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LA I?\QUISICIÓ:\'
migos . Por el Sancto Oficio no se ha puesto hasta
ahora remedio,
y
el orden que tenemos dado
á
los
comisarios de las dichas bla:::; e.3 que procedan con–
tra los que ::;e ha.llascm Cltlp·1dos en el dicho delicto
residentes al lí,
y
que consta1lclo
el
él plenamente, pren–
dan
á
los reos
y
nos los remitan, sobre. oyendo en
el
proceder eontra los testificados que so están con
los her1'ju:::;
y
moros hasta
c¡uc
Y.
S . proYea lo qnP
hubiere
de
hacer .
«Algunas de las reconciliacione::; espontil.neas quC'·
el
dicho comisario nos ha remitido, son
do
los
mis–
mos holandeses
y
otL"os rebeldes ele
S . 11.
que
fue–
ron ton·: ados prisioneros ele
la
guerra,
q
ne se han
1¡uedaclo alli avecindados
y
aún casados; nosotros
hemos
aLl
\'Crliclo al comisario
la
remisiún con
que
ha procedido en esto, pues siendo tan notoeia
la.
apostasia de la ·l'e de todos éstos,
y
habiendo sidt)
presos en la gucrrainfr;.1_iC1nti delicto de hacerla ;.·
dafíar
á
los católico;::;,
ba-;Laba
c:-:;t.u
para
haber peo–
ceclido contra ellos
y
h~tet•dc:-:;
caLlsas, ::;in
dej<.
l.do.~
allí ei tiempo que han e::;ta1lo, hasta que lFtn. venido
ele su voluntad
á
confesar ·
~ns
errores,
y
le
onlona–
nns que de aquí adelanto pt·ocoda en eslo co11 ma–
yor cuidado.
«Ütros de los dichos reconciliados son ::tlemflL10:-:::
y
franceses, herejes, no ::;olGlado.::; ni pt·isionceos,
~ino
Yecinos do la::; dichas Islas, que con la c.omu–
nicación de los eat-:>licos s e han reducido (::;i
ya
no
es que el miedo ele
s~r
clescu biertos los haga curar–
se ele prevención) . Los u nos
y
los otros fLwron (como
sé
ha dicho)
admitido~
á
reconciliación comp es–
pont.áneos,
y
se están allí. Justisimamente tiene or-