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LA
I~QUISICIÓN
Lo antecedentes en que ese proyecto se fundaba
y
las co nclu iones en él sustentadas nos inducen
á
transcribirlo á la letra.
«Illmo . señor.-En las i la Filipinas, uno de los
grandes dominio. que tiene el Rey, nue tro seilor,
en la.
India Orientales, donde se ha cultivado y
crecido tan felizmente el grano del E\'angelio que el
dia de hoy e cuenta un millón de almas perfecta–
men te instruidas en la religión católi ca romana,
establecida en mucha provincias y innumerables
poblaciones sujeta
á
c:;u 1\fagestad Católi ca,
y
go–
bemada' políticamente por cap itane , alcaldes y go–
bernadores espailoles, iendo la capital de estos
dominio la ciudad de Mani la, donde re ¡de un
gobernador
y
cap itán general, pre, iclen te de una
Heal Audiencia muy respetable, cornpue ·ta de cinco
oidores, una real contaduría, regida ele cin co oficia–
le reate , un consejo militar
y
ciud adela defendida
con iete compa ilias de ·o ldados
y
de lo' oficiales
respectivo ,
y
en lo ·ele iá tico ennoulecida con un
arzobispo, Igle ia metropolitana con su deán, arce–
diano, chantre, maestre-escu<'la. tesorero, doctoral,
magistral, canó ni go le graeia, rn.cionero
y
medios
racioneros; do.' nni versiclades, clo1tcle se en. ·eita
á
un fl orid o número de C' Ludiantcs las letras huma–
JI ~!
,
filosofía, teología, leyes
y
cánone:s; dos colle–
gios muy distinguido ' , un sem inario del Tridentino
y
oLt'O seminario de indios
y
mestizos; un convento
muy grave y numeeo o de an Agu tin, otro de San–
to Domingo, otro de San Francisco, un collegio gran–
de de la Compaflia, un convento el e descalzos de San
Agustín, otro de San Juan de Dios, un convento de