EN EL RÍO DE LA PLATA
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no haber permitido entrase 'Varnes al empleo de al–
guacil mayor en la ciudad de Buenos Aires, se
agrega la extranjería de sus abuelos paternos, natu–
rales de las ciudades de Amberes
y
Lieja, de la que
hasta ahora no nos ha presentado dispensa alguna
ele V. S.
l.
ni sus antecesores;
y
á más de lo dicho,
tenemos informe por el mismo apoderado de vVar–
nes en esta ciudad de que éste pretendía incorpo–
rarse entre los ministros del Santo OHcio con el fin
de eximirse de cargos públicos.))
1
El mismo don Juan José de Lezica, de quien aca–
bamos de hablar, alguacil mayor, el doctor Francis–
co Xavier ele Riglos, como su teniente, don Luis ele
Gardeazábal, don Manuel de Lezica
y
don Juan Ig–
nacio de Escurra, ministros todos
y
familiares del
Santo Oficio en Buenos Aires, manifestaban en 1799
al Consejo de Indias que entre sus privilegios se
contaba el de estar exentos de cargos concejiles
y
oficios públicos que pudieran impedirles desempe–
ñar las funciones qne les encargaba el Santo Ofi–
cio.
Que ya en 1753 la ciudad ele Buenos Aires preten–
dió que los familiares no se excusasen,
y
que por real
cédula de 25 de Junio de ese año se había ordenado
exin;lirles, siempre que tuviesen presentados sus
tí–
tulos
y
estuviesen dentro del número asignado, que
no era sinó de cinco
y,
por lo tanto, inferior al que le
correspondía á una población de 40 mil almas, citan–
do al efecto el caso ele que en ese año en Buenos Ai-
1.
Carta al Consejo de
14
de Diciembre de
1786.
La viuda de vVarnes doña Maria Garcia de Zúñiga reclamó en
18or
la devolución de los
67S
pesos
qu~
su marido habla entregado
para sus pruebas y obtuvo se le restituyese cerca de la mitad de
esa suma.