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LA INQUISICIÓN
.. .... «V. R. entre sus muchos cuidados, procure
acordarse del que tratamos en el camino de Córdoba
á
Buenos' Aires, es
á
saber, de la indispensable ne–
cesidad que estas tres provincias tienen de un Tri–
bunal de la Santa Inquisición, por estar tan
~etirado
el de Lima que de casi nada nos sirve, ni nos pue–
de servir aquí, distando·más de -millleguas; y por–
que sé yo que otra razón que podrá haber para que de
alli casi no venga ninguna providencia de las mu..:
chasque fuera bien que viniesen, y si alguna por
casualidad viene, es ya tan fuera de tiempo que no
sirve, lo cierto y sin duda es, que los veinte años
que aquí yo estoy en estas provincias, nunca he vis–
to ni oído que de ninguna de ellas se haya preso
ninguno por la Inquisición, sinó uno solo en Buenos
Airei), y ese no llegó á la Inquisición sinó que se es–
capó á pocos días de camino y no se ha vuelto
á
coger; y otro clérigo de Paraguay que lo mandó á Li–
ma fué espontáneamente al llamamiento del Tribu–
nal:
y
aquí se acabó todo lo que en este tiempo yo
he sabido, y poco más sabrá V. R.,
y
me consta por
testimonio de uno de los comisarios que aquí tieúe
la dicha Inquisición de Lima que uno 1e estos años
pasados contaban más de once ó doce causas, que en
otros Jantos ó más años había averiguado
y
despa–
chadq á dicha Inquisición,
Y.desólo la primera que
despachó tuvo respuesta, y eso al cabo de dos años,
cuando ya el reo había desapareciqo. Ef3to
y
no ha–
ber aquí Inquisición, ya se sabe que es lo mismo.
«Y
·si siempre ha sido
y
se ha juzgado necesaria
aquí otra Inquisición distinta de
Ia
de Lima, ahora
lo es y se juzga por más necesaria é indispensable
que nunca, porque esto se va inundando
~ada
día
más de portugueses,
y
no digo más, pero sepa V.
R.