EN EL RÍO DE LA PLATA
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la eficacia y buenos efectos que se requiere; todo lo
referido obliga ó mueve á la fundación del dicho nue–
vo Tribunal.
<<Pero es necesario tener entendido que la costa ha
de ser mucha con los salarios, que es forzoso que
sean crecidos, porque el vestuario y algunos géne–
ros de la comida, como son el vino y aceite, tienen
subidos precios en aquella provincia, porque los pri·
meros se envían de España, y los segundos se lle....:
van de muy lejos, y el gasto de la compra de casa,
sus reparos, comodidades y disposiciones para vi–
viendas, sala de audiencia y de secreto y cárceles,
resguardos y adornos.
«Y eludo mucho que las dichas confiscaciones y pe·
nas pecuniarias de los reos equivalgdn
á
eso, por
ser los que puede haber en.la dicha tierra de cortos
caudales por la probeza della,
y
no tener allí la oca–
sión de tratos
y
granjerías que en otras, demás de
las ordinarias cautelas que usan de elotes supues–
tas para sus restituciones y gananciales de las mu–
jeres, deudas fingidas, entregos de bienes y escritu–
ras en confianza, y otros medios de colusión de que
se valen y previenen, y esto se ha experimentado
bien en el dicho Tribunal de Lirna, eri el auto últi–
mo de la complicidad grande de judaísmo, que aun–
que los condenados fueron tantos y de mucha opi–
nión de riqueza, se fué deshaciendo y desvaneciendo
casi toda. Y lo mesmo sl).cedió en los antecedentes
desde su principio, de forma que la caja real siem–
pre pagó los referidos salarios hasta de pocos años á
esta parte, que se ha ido desempeñando desa carga
con las vacantes y supresiones por breve de Su San–
tidad de una canongía en cada catedral de su dis–
ü·ito, que, aún cuando no esté acabado de ejecutar, se