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LA INQUISICIÓN
Paraguay y Buenos
Aire~,
y castigo de los muchos
hebreos que las tienen inficionadas, y cerrar total–
mente su entrada en estas parLes, por aquéllas, crear
en ellas un Tribunal del Santo Oficio, por las razo–
nes y para los efectos contenidos en la dicha propo–
sici,ón, á que V. M. se sirvió responder por cé_dula ele
24 de Noviembre del año de 38, en que manda que
esta Real Audiencia informe la conveniencia del di–
cho Tribunal y arbitrios para los salarios ele los mi–
nistros elél, según y en la forma que en la dicha real
cédula se contiene. Y, err su cumplimiento, informa-
- mos á V.
M,.-
que, demás de las razones tlella y moti–
vos contenidos en la proposición del dicho doctor don
Sebastián de Alarcón, que se tienen por c;,iertas, se
reconocen otros muchos y muy considerables efec–
tos por el dicho Tribunal, que se conseguirían en la
creación clél y totalmente se pierden por estar tan
separado y distante el de Lima, que dista por parte
más ele 900 leguas, el cual se pudiera fundar en la
ciudad ele Córdoba ele la provincia del Tucumán, que
parece el más
clispue~to
lugar, ó en otro del mismo
comedio, con dos inquisidores y un fiscal, que es
bastante número para la expedición ele los negocios
que pueden ocurrir, y con salario de dos mill pesos
corrientes cada uno, que respecto ele ser la tierra
barata, parece suficiente para sustentarse en ella, y
un secretario con quinientos, que serían suficientes
con los derechos y costas ele su ocupación, y toda la
referida y mucha más cantidad poclria resultar de
los bienes confiscados de los mismos delincuentes,
y
en caso que no los hubiese ni se hayan de ex–
poner los salarios á la contingencia del tiempo, se
podrían aplicar de la imposición de algunos géneros
de la tierra, que para efectos tan útiles al bien della