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LA 1-NQT:JISICIÓN
juntaba en su casa indias hechiceras y otras mujeres
que lo eran, para que le dijesen las cosas que había
en España, y las que había en el Pirú y en otras
partes.
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«CONFESIÓN DEL REO.-Y respondiendo á Ja acu–
sación, dijo que se refería al proceso que el Obis–
po le había hecho, y no. se acordaba haber cometido
delicto después acá, y que él no estaba bien peni–
tente, porque le prendieron por el Rey y no por la
Inquisición, y se quejaba de que el Presidente y
Oidores de los Charcas no castigaban
á
los que le
habían preso por el Rey, pues él no le había deser–
vido; y que era verdad que hacía cierto ensalmo
sobre las heridas, andando en la guerra, no ha–
biendo cirujano que las curase, y dijo las palabras
.de él, que IlO tíenen cosa supersticiosa; y que cu–
raba de caridad el dolor de las muelas, con otras
ciertas palabras que dijo; y que así había dicho que
le habían
d~do
por libre, y que se había quejado de
un su letrado que le había hecho confesar algunas
cosas que él no había hecho, y que lo hizo por qui–
tal'se de pleitos, y que creía que alguna de ellas to–
caba á hechicerías, que nunca en su vida las hizo
ni consintió; y que había desarmado á las personas
que--encontró que salían de Tucumán; y por apaci–
guar la tierra y tenerla toda en quietud y paz, había
mandado dar el pregón, y que, llegado que fué
á
San–
tiago del Estero, había dieho á los vecinos de aquella
ciudad que se había holgado de una sola cosa, porque
le decían allá que le habían de hacer y aco'ntecer al
Obispo, y aún al Presidente, y ya él estaba allá y no
.había salido verdad ninguna cosa de las que le habían
dicho; y todo lo demás negó, dando evasiones
y
sali–
dasá todo, de manera que no había delicto. Después