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DOCUMENTOS
VIII
Carta 'd el Santo Oficio de Lima con la q ue remite una d eclaración
contra Fr. Juan González de Mendoza.
En la flota del afio pasado de 89 se envi ó
á
V. S. de este Santo_
Oficio cierta testificación que babia en él contra un frai le au g ustino
que vino a l reino de Tierrafirme y al Nuevo Reino de Granadh con
noml:¡re de penitenciario de Su Santidad, llamado por su nombre
fray Jo[tn González de ?vtendoza, al cual tu vi mos relación que el
nuncio de Su Santidad qpe reside en esa Corte le envió á llamar,
mandúndole que pareciese ante él dentro de cierto término que le
seflaló.
y
por enton ces pareció remitir sus causas
á
V.
S. y man–
darle que se presenta<;e asimismo ante V. S., como entendemos que
lo habrá hecho. Después le ha sobrevenido más probanza de un tes–
tigo, que será con ésta: hános parecido enviarla
á
V. S.,
y
así va con
ésta . Guarde Dios
á
V. S.-De los Reyes, primero de mayo de 1Sgo.
-El doctor jua.nRui'{ de Prado- El Licenciado Antonio Gutiér-rez
de
Ulloa.
En la ciudad de Pamplona del Nuevo Reino de' Granada de las
Indias, en diez
y
seis días del mes de septiembre d e mill
y
qui–
nientos
y
ochenta
y
nueve aflos, Pedro Esteban Rengel, cu ra
y
vi–
cario de la dicha ciudad, y Juan Burgueño del Casti llo y Alonso
Guerido, clérigos presbíteros, fuer(JI1 al monesterio de señor Santo
Domingo de esta ciudad,
y
estando en él, mandaron parecerantesi
á
fray Juan de Cea, maestro en .sagrada teología y prior del dicho con–
vento
y
predicador, del cual fué tomado y recibido juramento en
forma de derecho, so cargo del cual prometió de decir verdad,
y
dijo ser de edad de cincuenta
y
ocho años; y habiéndose ratificado
en cierro dicho, sobre que fué llamado, después dijo lo siguiente:
Otrosí dijo: qu e pedía y pidió se asiente en estos autos cierta de–
claración que tiene que hacer tocante al Santo Oficio, porque vaya
á
notic!a de lvs señores Inquisidores,
y
es de esta fot·ma : que habrá
tres años, q ue se cumplirán el día de la Sa ntísima Trinidad, es–
tando este testigo en la ciudad de Cartagena, muy de camino para
este Nuevo Reino, á petición
y
ru ego del gobernador don Pedro de
Ludeña, que a l presente lo es en Cartagena, yendo el dicho gober–
nador
y
este testigo
á
ver los fuertes de la boca grande del puerto, el
dicho gobernador rogó á este testigo se hallase presente el domingo
de la Santísima Trinidad al sermón del p enitenciario, cuyo nombre