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L.\.
I~QUI SI CIÓ~
libremente al judío
y
cons ultar el caso al Consejo,
el que desaprobó aquella tirnidez inquisitorial, or–
denando qno en adelante mandasen prend er
á
seme–
jantes r eos, s iempre que se h allase méritos para
ello, ínterin so eYacuaban las oportun !J-S diligen–
c ias .
r
Las mismas eludas se estaban ofreciendo e n dis–
tintos luga res do
l.
di:·trito. En Santo Domingo el
gobernador procedía exnctamente como su co lega de
Cartagona
y
moliYc.lba las protestas del Arzobispo al
Cousejo. ccEn lo antiguo, decía, cuando se ha ofre–
cido ll egar al puerto algún
j
u
eh
o comerciante, con
necesidad ele desembarcar para sus d ili go ncias de
comercio, se lo ponía reclu so on 1.111a casa de reli–
gión, con un centinela CJLle
le acompaüaso cuando
saliese
y
en su hélbltación no permitiese entrar
ndt.~~
gente que élqucllos comercinntes co n quienes tenía
dependencia. Mas, el a!w pasaclo,-lanteiltúbase el
Prelado-so prosOIJtó un jndio, que mo parece so
llama José Obediente, por más que con mi acuerdo
é instancia reclamó el Comisario al Presidente, no
so pudo lograr, porq uo dice que toca eso al Gobier–
no . El judío andm-o li brc lllente por don do quiso
y
como quiso . Comió con cua111os
lo con\'idnrou,
y
hizo coiwi!es
á
pcr:-;onas qne se llama11 do honor,
y,
lo que
e~
peor, en las funciones do f'enlGllla
. 'auta
entró, alió
y
~~i.·tió
donde quiso, corno quiso
y
ú
c:uan to quiso, con público e::;cándalo del pueblo
y
·onfusiún mía, que no mo atro,·í á sacal' la cara, por
no alborotal' ]a ciudad. Esto aiío ha vuelto ... ViYo
1.
Carta del Consejo,..¡ de no\·iembre en 1783.