EN CARTAGENA DE INDIAS
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do, que
á
el Marques de Baides le dió ocasión tan
grande que, rompiendo su modestia, le obligó
á
tra–
tarle de perro judío >> .
r
Este mismo comisario tuvo también otro encuen–
tro con el Gobernador de la ciudad con ocasión de
haberlo dado orden el Tribunal para que fijase en la
iglesia parroquial dos sambenitos, uno de Francisco
Gómez de León
y
el otro ele
\ntonio, negro, recon–
ciliado : procedió á fljarlos el 24 de diciembre de
1659, en compaiíía del capitán Pablo de Pedroso, al-.
guacil mayor,
y
del bachiller Francisco ele Trigo,
presbítero; pero al verlos allí el gobernador don
Juan de Salamanca «manifestó mucho enfado
y
con–
vocó
á
los regidores, diciendo que no se debían po–
ner en esta ciudad, por no ser los reos naturales
della,
y
dado caso que so pusiesen, que no habi a de
ser en la parte donde están, alterándose mucho so–
bre lo referido
y
diciendo se replicase en forma de
cabildo á V. A».
2
Pero oigamos sobre esta materia lo que uno de
los mi smos Inquisidores refería al Consejo,
y
de
cómo se amparaba en el Tribunal á sus comisarios.
«Muchas causas, señor, he tem piado en este Tribu–
nal con la piedad
y
misericordia, tan amiga de la
justicia, que si no es por mL hubieran hecho mucho
ruido
y
causado sentimiento en los sabedores
y
des–
crédito en los comprendidos sin causa. Al Gober–
nador ele Cuba quiso el fiscal, que era, Tomás de
Vega, nunca lleno de rigores, que viniese preso
r
Carta de Juan Ortiz de Gatica al Consejo, Habana,
26
de marzo
de 16S7.
2.
Carta de Estévez I3orges, Habana,
14
de febrero de
1660.