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LA JNQUISICIÓN
el secretario se subió al púlpito y leyó en altas voces
, la patente que traemos de S. M., é luego leyó un
mandamiento, cuyo treslado va con ésta,
é
leyendo
el dicho mandamiento, el dicho Virrey, presidente
é
oidor é alcaldes é regidores é ciudadanos hicie–
ron el dicho juramento canónico, según y como en
el dicho mandamiento se contiene, é fecho el dicho
,juramento, se leyó por el dicho secretario el poder
que traía de Inquisición y la carta el e edicto; todo
lo
cual se hizo con mucha solemnidad y quietud y con
gran voluntad que todos
mostrar011-.enservir al San–
to Oficio; y de alli nos llevó el Visorrey á comer
á
su casa.>>
1
El15 de Agosto se embarcaba Oerezuela, para to–
mar tierra en Paita, al cabo de 31 días de
·viaje,
y,
por fin, el
28
de Noviembre llegaba á Lima . Dos
meses más tarde, después de un ostentoso recibi–
miento que se le hizo al Tribunal en la iglesia me–
tropoli tana, entraba do lleno á ejercer sus funciones
inquisitoriales .
Por s u puesto que, respecto de este punto , nuestra
tarea se limita, _:_á título el e comple mento de la histo–
-ria qu e nos proponemos escribir,-á dar cuenta ele
los procesos que se siguieron
á
los reos del distrito
que se asignó después al Tribunal de Cartagena.
Luego de entrar en el ejercicio de sus fun ciones ,.
los Inquisidores fie preocuparon, como era natura
1
'
de·designar los comisarios que fuesen sus delegado·
en las principales ciudades del territorio sometido á
su jurisdicción, tarea que resultó mucho más clifi'-
1.
Carta de S de Febrero de
1:;70.