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LA
I~QUISICIÓ:N
«No faltan por acá, terminaba, graneles maldades
y
ofensas ele Dios, que por falta de ju ticia ni se ban
castigado ni descubierto; placerá á Nuestro Sei'íor
que con la venida del Santo Oficio, su
1
Divina Ma–
gestad sea servido y sus oren as castigadas.»
Terminado el negocio ele l\Iénclez, quien «Se soltó
sobre una caución juratoria,
1
Cerezuela nombró
allí por notario á un hermano del Fi sca l, (<mozo de
poca esp iriencia
y
habilidad, >>
ante quien se ti·ami –
taron los procesos mencionados, con (dan mala or–
den,>>que no pudo menos de levantar la prote tas
del secretario Arrieta. Culpaba de esto á Cerezucla,
así como de no haber dejado nombrado familiares,
2
de no entender lasco a de la Inqui s ición
y
de que
se dejaba facilmente influenciar, alegando
iempre
por toda di sculpa que él no tenia rná... que
a.tcnC J'-~ C
á
sus intrncciones .
-«Asimismo avisé al Inqui sidor
y
al Fiscal repetía,
q Lle en el Nombre de Dios ven Panamá., que eran puer–
tos ele mar, dejasen familiares,
y
les dije el inconve–
n iente que se seguiría do no los haber) y no los
nombraron, encomendándolos á. los Ordinario , » co–
sa que el secretario Arrieta llevaba muy á. mal, «por–
que en estas partes tengo por m uy peligro o que
los Ordinarios entiendan en negocios del Santo Ofi–
cio, porque están aco tumbrados á llevar el dinero
y no curar la conciencia, y querrían los negocios
r.
Carta deArrieta de
1S
de Enero de
1S70.
2.
El Inquisidor decía.
á
su vez, que no había querido nombrarlos
porque todos los eclesiásticos "tenían fama de confesos
é
de no
buena vida
y
fama,n
según era también la opinión del Obispo. Carta
de
S
deFebrerode
1S70.