EN CARTAGENA DE INDIAS
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.año cabal, día más
ó
menos, Mañozca ocupaba de
nueyo su sillón en el Tribunal, para ser pronto
llamado á
mejore~
destinos.'
r. No hemos logrado ver los antecedentes de esta resolución tanto
1nás extraña cuanto que no podía dudarse de la verdad de los cargos
formulados contra Mañozca. ¿ConYenía aéaso que regresase
á
Cartagena para dejar en salvo el prestigio del Tribunal, conforme
á
lo acostumbrado en semejantes casos por el Santo Oticio? ¿Se
pensaba en s u pronta translación? Nos parece indudable que am–
bos extremos se contemplaron eu aquella resolución del Consejo.