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-102-

.En ,,-:iJ.a solía decir varias veces la sierva de Dios, la–

mentándose de su pobreza para mantener la casa, que

tr/Jn sangre de sus venas mantendría

á

sus hijas: con que

hbiendo muerto,

y

ya enterrada, vino una señora muy

dJgida con un accidente en el pescuezo, que traía la me–

ttü.~.

cara pegada con el hombro,

y

me dijo le diese algu–

lm

cosa de la sierva de Dios para aplicársela

á

su dó–

:nc.ia

;

yo había cuando la sangrardri hecho mojar en la

¡a;;m.gre una vara de .cambray, y la tenia guardada,

y

~o

ví á la señora tan afligida, le partí un pedacito

de

aquel paño de sangre, y se lo dí: dijóme entónces

Ila

e:nferma, había dos año.s que la cure an los médicos

'":!!

6ixujanos,~

que no se le qui.taba el accidente, ni mo–

W[f.

J.a

cabeza de como la tenia,

y

que si la sierva de

D.W.s .la

sa~aba,

traería cincuenta pesos para que co–

rmíel"an sus hijas. Caso raro! A los tres ó cuatrt} diasde

ita.berse aplicado el pañito de la sangre en*lo que tanto

ti001po estaha padeciendo, vino buena y sana á

da~:

las

rV"&c.ias

á

Dios y

á

su sierva, por cuyo medio habia con-

2"h}g1lido la salud tan deseada, y trajo los cincuenta pe–

fStrtS

que h'abia prometido, espresando segunda vez era

p-.ra

que comieran sus hijas de la Venerable MadreAn–

tlcmia. Con que ví cumplido lo que decía la sierva de

]i)ios, que con sangre de sus venas mantendría á sus hi–

ja..q;.

Sea Dios bendito y alabado por todo .

A una señora que en vida ·conoció á la sierva de Dios,

]e.

eayó enferma una niña hija suya, y estaba; bien al úl–

ti.mb,

y mandóle la señora cincuenta pesos á . la sierva

de

Dios porque le alcanzara de Dios la salud á su hija:

l!r'&nÓ luego la niña, y á su madre se le olvidó traer los

€f.lltcuents.pesos,

y

pasados algunos dias, una noche lla- .

JH.1Ó

la sierva de Dios á la niña, y le c1ijo por su nombre: ·

1sabelita, dile

á

tu madre que aquellos cincuenta pesos

que me mandó por su salud, que se los lleve

á

mis hijas

"jtte están en Adviento, y tienen necesidad. La niña

luego que dispertó le djjo

á

su madre lo qu'e le habia di–

~:~.o

la sierva de Dios; y le r espondió su madre: así es,

·.'h.~a,

pero se me había olvidado. Con todo eso se vol-

' 1