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-292-

hubo

hablado Romn,.

se indinaron

s~lencíosam··euteo

y

conformaron

á

su de·eision/'

Los.

jesuitas nunca co-–

nocieron ot:ra ambicion,. que la hamhre

y

sed de· lasa–

lud

de las almas."

97.

}{ESPUE.STA.

Cada. vez nos confi:rmamOB· ·

en

la

idea, de que el padre Ravignan no

ha

leido

las obras,

contrarias

á

los

jesuitas,.

y

por·

eso en sus elojios

no!

ha

trabaj.a~o

una

vindicacion.

Largo-

b~mos-

hablado-·

en la primera parte

de

las misiones de los padres·j

e–

stütas.,

y

l1échonos cargo de sus servicios positivos

y ·

de

los exajerados

y

supuestos,

y

de su

po·ca

sumisio-u·

y

obediencia.

en las

nüsiones

de

China. Referim9s,

sobre

los

correspondientes. documentos-)

las

mortifi–

caciones que causaron los jesuitas

á

los legados pon-–

tificios, s-u condueta desobediente á

los

decretos

de

varios papa

s, predec-es-ores de Benedicto

XIV, y la.

palabra.de

este que, sin determinar á

los

padres je–

suitas·, los.

pintaba con la ca1ifieacion

de

hombres

ino–

bedientes, capcioS;(Ni, contumaces, perdidof!

y

refractarios.

No

queremo.&dejar en silencio algunos pasajes

de·

la contestacion á

nn

memorial del padre general

de

los jesuitas, trabajada no por hombres impios, ó

sos:..

pechosos en

la

fé,

ó

enemigos de los jesuitas, sino que–

escribían en curr1plimiento de ·una órden pontificiar..

Dicho escrito contiene,

entre

otras muchas, las propo..

siciones siguiente-s-''El general

es

cómplice, en

la;

rebelion de sus relijiosos.; evidentemente

cómplice,.

sin saber

justific~rse,

sino con

vanas

escusas:

e~

el

primero en desobede-cer

á

la

Santa

Sede--Los

jesui–

tas indisponen al emperador de

la

China contra el

papa

y

los nlisioneros sumisos-Llaman pre-cepto im–

pío la bula pontificia,

y

dicen que el papa es indig–

no de absolucion-Los superiores de la compañia<

arrastran

á

sus misionero-s á la rebelion á Ia Santa

Sede-El orgullo de los jesuitas es la verdadera cau–

sa de su terquedad-Losjesu.itas·protestan su obedien–

cia al papa,

á

pesar de pruebas evidentes de lo contra-–

rio-La compañia es incorrejible en su rebelion

á

la

Santa Sede,

y

el

papa debe suprimirla sin tardanza."

Digan los lectores, si quien ha visto este dooun1ento,

podrá decir, que "los jesuitas se inclinaron silencio,..

sa1nente,

y

se conforruaron con la decision de la San..

ta

Sede.,

·