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- 2-1:!:5-

imposible de hallar otro remedio, que el tle n.rrojal'

del seno de la NRcion

los enemigos de sn tranquili–

dad

y

ventura. Bien pudiera el :Monarca imponer

á

los delincuentes la pena merecida con las fonnalida–

des de un :proceso; mas su clemencia por una parte;

y por otra el discernimiento de que el daño estaba en

las máximas adoptadas por los jesuitas, le debian in–

clinar

á

preferir los medios económicos d,e una defen.

sa necesaria contra los perturbadores del público re–

poso; no tratando de castigar crímines personales, si–

ho de defenderse de

1~

invasion general, con que es–

tos regulares devastaban la monarquía. Sobre inútil

:parccia peligroso procurar su r eforma; pues recien es–

pulsados de los dominios de Portugal

y

de Francia,

110

se humillaron ni propendieron á la enmienda, si–

no que se precipitaron en mayores delitos. No cabia

creer, que fuese eficaz la refQrma sin destruir el cuer...

po, no debiéndose ni pudiéndose distinguir eutre je–

imitas los

inoc~mtes

y los culpados."

"A la verdad, no todos estaban en el secreto

el

e sus

conspiraciones,

y

por el contrario, obraban de buena

fé muchos

ó

los rnas de ellos, sin que dejáran de ser

los mas terribles enemigos d.e la quietud; pues con–

vencidos desde la edad mas tierna de la bondad de su

réjimen,

y

de lo lícito

y

aun meritorio ele sus máxi–

mas hácia el intel'és

y

la gloria <lel instituto, recibían,

con facilidad cuantas especies se tratára de imprimir

en su ánimo contra los

14eput2~~dos

por enem.igos de

su auje. Los j esuitas llamados inocentes

ó

de buena

fé, eran los que declamaban mas firmes contra l¡:¡,s

personas

y

los gobiernos, hácia quienes se les había

inspirado ódio, por carecer en mucha parte del estí–

mulo de la propia conciencia,

y

obrar con ]a.cons.–

tan-oia de fanáticos,

y

ellos eran los instrumentos mas ·

éficaces del abominable trastorno p-royectado. Cre–

yendo que seria una insensatez inaudita dejar á un

furioso libres las manos, solo porque ... heria sin adver–

tencia del delito, propuso el Consejo extraordinario,

no la reforma

~in

o el estra.ñamiento."

"Luego de ·estender el clictánÍen, indicaron distin-

, .