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su
expu1sion como individuos particulares
y
como
cuerpo colectivo, único medio posible de dehelar
sus intrigas
é
impedirles ganarse el afecto- de las
personas incautas.
Podemos conseguirlo; pues aun cuando el Perú
profesa la religion Católica, Apostólica
y
Romana,
con exclusion de todo otro culto, sus Gobiernos, en
virtud del Patronato Nacional, reconocido por Bula
del Pontífice expedida en 1,87
5,
puefien extrañar una
órden religiosa relajada
y
perv·erti~a,
con sultando
los altos intereses de la Religion y del Estado..
Lo expuesto, en cuanto
á
la historia de la Com–
pañia de Jesus, persuadirá, estamos seguros,
á
los
que hasta aquí se han interesado por ellos, que no
pueden tener amparo en las libertades públicas,
aunque las deseamos muy amplias así para los indi–
viduos como para las corporaciones, siempre que
persigan honrados fines
y
pongan en juego medios
permitidos por las leyes, por mucho que puedan
equivocan-1e en su justa apreciacion y alcance.· Las
asociaciones que no buscan sino el poder y la fortu–
na,sin pararse en medios, y se sirven como la Com–
pañia de
J
esus de la astucia
y
de la hipocresía, de
la crueldad
y
del.crímen, ·no pueden ser consentidas
ni toleradas por el Estado. La libertad no vá tan
léjos: tiene cotno el Sol un horizonte limitado, en
que brilla
y
resplandece,
y
linderos naturales que no
pueden trasponerse sin peligro.
Lima, Julio 31 de 1856.
J.
A.
EGo-AGUIRRE,
Gran Secretario;