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1636. Hízole competencia el Iltmo. Sr. Dr. Fr. Juan
de Arguinao, obispo de Santa Cruz de la Sierra, de la
Orden de Predicadores, Prior entonces de su convento
de Lima. Fué una de las oposiciones á cátedras más
ruidosas, por la calidad de los sujetos, y por el presti–
gio que en ello iba á dos de las más célebres religiones
que existían en el Perú. Prevaleció el docto dominico,
por haber recusado el voto de tres doctores nuestros,
y
en consecuencia se le dió la cátedra.
Vacó ésta por segunda vez en 1640, y volvieron á
pretenderla los mismos competidores; pero el pruden–
te Virrey Marqués de Mancera, para evitar disturbios
y rivalidades, ordenó que cesase la oposición y conti–
nuase regentando la cátedra el maestro Arguinao, has–
ta otra determinación del Consejo de Indias.
Algún tiempo después el maestro Arguinao fué
promovido
á
la cátedra de Prima, que Su Magestad
instituyó para sóla.. la religión de Santo Domingo, y
quedando por tercera vez. vacante la Cátedra de Escri–
tura opúsose á ella el maestro Rivera
y
sé la dieron
por claustro pleno con gran aplauso de todos; y por
real cédula de Su lVIagesrad, pedida por la lJniversidad,
se la concedieron por toda su vida, (en·2 de Mayo de
1645.)
El padre maestro fray Miguel Aguirre, natural de
Chuquisaca, discípulo del clásico autor de la vida de
Jesucristo, padre maestro Fernando Valverde, también
muy insigne en las aulas de San l\1arcos. Copiaré lo
que del ilustre religioso Aguirre escribió el padre maes–
tro fray Juan Maldonado en su <<Breve Suma>>: <<Es el
padre maestro fray Miguel de Aguirre, columna firmi–
sima de la Provincia; aquella que fabricó Salomón pa–
ra alarde de su potencia, en letras, virtudes y nobleza.
Leyó en élla
y
en N. Colegio con grande reputación
Artes y Teología, en que sacó discípulos tan provectos,
que poblaron la Universidad de grados,
y
la Provincia
de Doctores. Es maestro de la Religión,
y
en aquellas
regias .:;escuelas tan estimado, que conformes las dos