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HIS'rORIA. EOLESIÁS'.CLC1.
manos mí<'>s, ha sido necesario que se cum.
pla
lo que
estaba
anunciado de Judas que
fué el
caudillo de los que prendieron
á
Je.
sús: desesperado por los remordimientos
de su crimen se ahorcó
y
sufre su castigo
en el infierno. Como
él
ha sido nuestro com–
pañero, conviene elegir ono de nosotros '
que
h~.ya
presenciado las maravjllas del
Señor." Después de haberse puesto todos
en oración, echaron suertes entre Bernabé
llamado el justo
y
Matías;
y
la
suerte
8€'–
fialó
á
este último que fué agregado
á
los
once apóstoles.
.El
día
d~
Pentecostés se sintió repenti·
na.mente, e
u a
en giue estahan reuni-
dos loR apó
:t
gran ru·do,
sern~jante
á
un fuerte
vie:
o, q
lie
re-sonó
en
toda la
casa,
y
al
s
· mpo
deacendi6 el E8pí–
ritu Santo, en f0rma
de
lenguas de fuego
sobre
la
cabeza de cada uno de
los
discí–
pulos que desde este momento quedaron
llenos del Espíritu Divino.
Princi¡>ios de la
1•redieación
-Los após·
toles salieron en seguida del Cenáculo,
y
tomando Pedro la palabra, anunció
al
pue–
blo
el
Evangelio ó buena nueva,
y
fué tan
eficaz este sermón, que
tro~
mil judíos se
convirtieron
y
fueron bautizados. Después
Pedro con Juan fueron al templo
y
encon–
traron en la puerta
á
un cojo
de
nacimiento
que les
pidió
limosna. Pedro
le dijo: -''No
tengo
oro,
ni plata, pero
te
daré
lo
que ten–
go:
en n nrlbre
de Jesús
Nazareno.
levá.nta~