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Jlf!S'J.
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0RIA ECLltSrÁ:STlOA..
llevaton
á
la ciudad donde permaneció
tres días sin comer ni beber. !Pasado este
tiempo, un discípnlo, Apanías, movido por
un
aviso celeste,
se
P,I'esentó en casa de
Saulo,
y .
(i}espués de haberle
b~cho
reco–
brar Ja
vis.ta,amponiéndole lc11s manos, lo
bat~tiz6
(34)
Desde este ,n;tomento el perse-
. gaidor se c0nvirtió en un0
.de les
más ce–
losos defens<>res de la
fé
de Cristo, siendo
considerado
"por
sus asíduos
y
íecundos tra·
bajos com<:>
el
apóstol die !
J.asgentes.
Vocación
de
los
~eptiles.~En
-un princi–
pio el EvangeJio fné anunciado solamente
á
los judíos; pn,es aunque Jesucristo había
dicho que sería predicado por toda la tier–
ra, era tal el od{o qae los
jaiiío
tenían
á
los extranjeros;
que las
.mrsmHs discípulos
creía11 qu
S{)lo
el
pueblo de srael era dig–
no de
re •
t;ir
J.a
buena
nueva..
ffi'ué necesa–
rio un
ntHW0
avis<~
del
cielo para que los
gentil~s
fuesen llamados
al
seno de la Igle–
sia.
Vi
vía en Cesárea un centurión de la
cohorte italiana, llamado Cornelio, que era
caritativo
y
practieaba todas lais
virtud.es.Una noche· tuvo una visión, en
la
que un
ángel le dijo que mandase por Pedro para
que Je inst1myese.
Al
día siguiente
Pedro,
que estaba en Joppe, había sabido
á
orar
á
lo al to de su casa,
y
estando en oradón
vió los cielos abiertos
y
Ull
g:ran mantel que
. bajaba sobve la tierra 1len0 de t@da clase
de animales,
y
oyó un·a
vo~
que le dijo;–
"'Pe ...bo, levántate, mata
y
come:''-.-.üSeñor,