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POR
MA.NU:&L M.
SAIJA.Z.A.lt.
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\)
llijo Pedro, qo puedo, porque
nunc~
he co–
mido animal impnro." Entonces la voz re.
pitió por tres veces:-"No llames impuro lo,
qne
Dios ha
purificado;"
y
desapareció la
visión. Meditaba. Pe(lro sob•re lo que ella
significaría, cnan<.lo llegaron
á
llamarle· los
enviados de
Cornelio;
y
nuevanu~
p.teilus–
trado
por
la
voz divina,
comprendió la vi–
sión,
y
al día siguiente se dirigió
á
Cesá–
rea. Coroe1
1
io lo
espera.lmcon toda su fami–
lia
y
algunos,
amigos;
Pedro 1es
habló,
y
ha-
- bía
pI'incipíado
á
instruirlos,
cuando
c:tes–
cendió sobre todos el Espíritu Santo. En–
tonces el
Apóstol los bautizó
y
permarreeió
aJgún tiempo
e
u
co.ropamJa
(39].
Sepa.ración e
os apó-stoles.-Con
la
con–
versión de
Co n:elio fueron
llamados
to<;l·os
los pueblos a
fé
le
J
esucrist(i). Los
após–
toles convencidos
de esto, ántes de
cumplir ·
el mandato
del
Salvador, ·se reunier,on en
Jerusalem, compusieron el
SímbQlo
que
11~va su nombre,
y
que debía
ser
la señal que ·
distinguiera
al
cristiano verdadero -<,Jel
fal–
s0
y
se
separaron
par~
pxedicar
el
Evan–
gelio por
todo
el
ll}tlndo. .
rrrabajos apostólicos de S.
Pablo.-Des.
pués de su .
conversión Saulo se dirigió
á
Jerusalem y se . presentó
á
,Pedro• .
Aunque
en un principio los fieles desconfiaron de él,
cuando supieron sus
prec.licaciones
en
Da–
masco,
le recibieron . con entusiasmo
y:
faé
conside1·ac10
en
el núnuwo
de
los
apóstoles.
Desde ese m,omento
principió la
s-anta
mi-
.
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