Siglo
XVII.
.
•
•
4
t () ·
HISTORIA ECI.ESIASTICA
tinguida
de
todas
las sectas
antiguas
y
mo
dernas por su nombre, por su esplendor
y
po
sus
caracteres
no ·ha
y·
parte
alguna sobre
l.
tierra adonde no ha
ya
penetrado su
luz ,
c1
donde . no
se
haya oido su
v.oz,y
por mej :
decir ·,
no
ha
y
pueblo
t'li
hombre
por ig
.
rante
que sea
~ aun
en
los
paises
separado:
de ella P<?r la heregfa
y
por el cisma,
que~
confunda con las demas
sociedades
Chiistianas
1
o.
Hemos
visto en algunas épocas.
á
lo!
Pueblos, tanto en
el
Oriente
como
en
el
Oc·
cidente , armados
los
unos contra
los
otro~
por
fanatismo ;
á
los ciudadanos tratarse co·
mo
enen1igos ;
á
los
Xefes
y
Grandes
del
· -
tado
p
nerse
á
la
freo
re
de una mitad
d<
sus
vasallos
para destruir la otra,
ycorr
arroyo
de
sangre. christiana
por
debaxo
de
l~
espacia de Christianos encarnizados en
des·
truir ·e
recíprocamente~
Hemos
llorado
tien1pos
funestos
que nos ofreciéron este
ro
roso
espectáculo,
y
q1.1isieramos
que
las.
yes de la
Historia
no nvs
perrniticsen vól•
ver l0s
ojos
á
ellos; pero
equitativos
en
1\Ue
r
juicios , así
con1o
fieles en nuestras na •
1cione nos hemos guardado
bien
de aui
huir
tantos horrare
á
u~a
.
eligion q ,
lo e
·h
rta
y
inspira
á
los
hombres la dul–
ur ,
b .
paz,
la
concordia, la hu
manida ,
l a or
recíproco.
Hemos ·mostrado la cau•
d~
st
guerras
t
n falsamente
1
an1ada~
SJ O..