.
(
GENERAL.
'17
le confirmaba en
todas
sus partes ,
y
que Sigfo
los
comprehendidos
en este
Decreto no
te- XVII.
nian
otro
partido que tomar
sino
el
de
la
sumision.
Esta declaracion
no
podía estar
mas pura ni mas puntual,
y
sin
en1bargo
Baio balance6 todavía algun tiempo en dar
el auto que se le pedía, el qual se
reducia
á
que sometiéndose
á
la Bula de
Pio
V con-
denase
y
abjurase
las
proposiciones
conteni-
das en el
Decreto conforme
á
la censura
y
á
las
intenciones
del Soberano
Pontífice. Pe-
ro al
cabo,
considerando que la
tenacidad
podría
acarrearle
muy
maJas conseqüenciJs, se
rindi6
y
someti6 humildemente
á
recibir
la
abso1ucion de
las
censuras en que ten1i6 que
incurriria sosteniendo
de
nuevo , con1o
lo
ha-
bia hecho , las
proposiciones
condenadas en
el
Decreto Apost61ico.
Raras veces
se abandonan , sin volver
á
ellas , las
opiniones
que se miran como el
fruto
de
las meditaciones
y
de Jos estudios,
en particular quando se ha llegado
á
creer
que
son verdaderas
y
se han experitnentado
fuertes contradicciones : de lo qual es una
prueba la conducta de Baio que
olvid6
bien
pronto sus retractaciones , sus promesas
y
los
actos
de
sumision que habia finnado ; pues
volvi6
á
tomar de nuevo la defensa
de
las
proposiciones abjuradas
en Ja
subscripcion al
Decreto de Pio
V
aunque no sin
castigo. Los
Tom.
XI.
B
Obis-