C
'ENER.AL.'
,, que
haya
algunas que
en
alguna
manera
S.igl~
,, puedan
defenderse en
rigor
y
en
sentido
XVII.
,, propio de
los
rérn1inos de los que las han
.,, avanzado." Bien se ve qt!e
estos
dos mo-
dos de leer
presentan
dos sentidos muv di-
.~
ferentes en
un
mismo texto.
Segun
el
pri ..
mero el
sentido
está. claro ,
séguido, consi–
guiente,
razonable,
y
conforn1e
á
la
intencion
que
ciertamente
tenia
y
debia tener el Papa
publicando esta Bula .. Segun e]
se.gundo
sl
sentido está ob<;curo, mal ajustado , inconsi–
guiente,
absurdo
y
contrario,
al fin
que
evi·
denremente se ha propuesro '.,
y
debi6 propo–
nerse el Pontífice qué
hablJ en
el Decre'to
en
el qual resulta ]a diversidad de la
puntua–
cion
del texto la
ti
no.
a
V
na vírgula
ó
coma
colocada ántes
6
despues, en
la
frase
de que
se trata , basta para alterar la
leccion
que
aca–
bamos
de
referir,
sobre
lo
qual
no es
crei–
ble
quántas sutilezas se han in1aginado para
persuadir que
la
segunda
man.era
de
leer es
la verdadera ,
la
Única
que debe
adn1itirse,
y
la que
da
á
conocer
el
pengamiento
del
Pontífice~
¿No es
muy
extraño
que
Te6lo–
gos hábiles que
en la
explicacion de la es–
critura
tenian
diariamente
textos
dificil
es
que
aclarar
y
conciliar
parezca que
ignorasen
en
e<sta ocasion la primera regla
de
la
1
crítica,
6
no
hayan
querido
hacer uso de
ella~
2Qu.e
los sabios se pongan
á
fixar la
verdadera lc.c·
•
B 4
cton