GENERAL.
•
Z
7
fué rico , le destinó al estado Eclesi&stico, Str,lo
y
un Sacerdote de 'Leerdam le enseñó los XVII.
primeros elementos del latín , y despues le
en-
viáron
á
U
trech , en donde estudió las
Hu–
manidades.
De aHí
pasó
á
Lovaina para con-
tinuar sus estudios acompañado ae un j6ven
de Leerdam muy rico, que se babia hecho
amigo suyo íntimo,
y
le ·socorria en sus ne–
ce~idades.
Tenia un entendimiento ajustado
y
metódico, mucho ardor para el trabajo,
y ,
grandes disposiciones para
las ciencias.
San~
tiago
J
anson ,
profesor
en el Colegio
de
Adriano, cuyas lecciones seguía
y
le distingui6
en
el crectdo número de sus discípulos como
á
un sugeto de esperanza , se aficionó
á
él
de un modo particular ,
y
se tomó el cuida"!'
/
do dé dirigir sus estudios , baxo cuya di ree •
cion hizo Jansenio 'gran'des progresos en la
Filosofia
y
Teología;
y
habiéndose menos–
cabado su salua con
la mucha aplicacion,
quando 1leg6 al grado de Maestro
en
Artes
le aconsejáron
que se ausentase por algun
tiempo de Lovaina para mudar de
ayr-es.
Lle-
gó
á
París., en donde el Abate de Berger de
Haudana , tan conocido por el nombre
de
San
Ciran , que le habia tratado en Lovaina,
le coloc6
en
casa de un Consejero en cali-
dad de Preceptor. Despues de haber pasado
algun
tiempo en este empleo ,
fué
llamado
á
Bayona
por Beltran dé Escbaux,
que era
O
bis~