GENERA~.
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lució alguna cosa,
y
los
que
se
interes-aban
Sigfo
en que este libro no saliese
á
luz, no dexá-
XVII.
ron piedra por mover para que se prohibie-
se, 6
á
lo rnénos se retardase la. impresion.
Hemos advenido
que el libro
de
Molin.a
ba-
bia experimentado una contradiccion como
~sta
1
,
quando estaban disponiéndole para
su
publicacion. Las críticas
y
querellas que
se
levantáron
contr~
el
Agustino
del
Obispo de
Ipres fuéron tan vi vas
con1o
las del tratado
de la concordia.
E ste
es
otro rasgo
de
seme-
janz~
entre estas
dos
obras,
que
en el
fondo
de ]as cosas se parecen
tan poco.
Pero
en
medio de estos artificios el zelo
y
actividad
del
impresor sostenido por el favor de los
que le
etnpleaban
no
afloxárcn ,
y
al cabo
el
Agustino
se
public6
en
1
6.40,
y
á
esta pu.–
blicacion
siguiéron bien pronto otras dos edi ...
eiones en Francia , la una en
1
64
I ,
y
ht.
,otra
en
1643·
Apénas los sabios se hallá'ron en
estado
de conocer
y
apreci ar la
doctrina ex-
pues.taen esta obra quando se presentó
la
ocasion de nuevas inquietudes en la Univer-
sidad de Lo
vaina.
Se sabia aun ántes que se .
hubiese publicado con
qué
roiras se
h~bia
em–
prendido
y
sobre
qué pian
se
babia execu-
tado:
se
sabia que el Autor habia trabajado .
por Consejo de SJntiago Janson gran parti-
dario
de
BJio ;
el
fit?
del
uno
y
del
otro
era el de· consagrar
las
opiniones
de
este
Te6·
lo-