I
~
l-IIST~R!A
EeLESIASTICA
S~ gTo
Este
fué el objeto de su aplicacion,
y
d
XVII.
diferentes opúsculos que saliéron de
su
plu-–
ma , en
los
quales ,
y
en las lecciones
pú–
blicas
que daba
á
los Teólogos jóvenes ,
y
en las teses que les hacia defender, enseñó
que el estado de justicia
y
de inocencia
en
que
Dios
crió al hombre es el estado
natu–
ral de la criatura inteljgente: que la sabi•
duría ,
la justicia
y
la bondad de Dios
exl–
gian que criase al hombre con las gracias
y
las pet!fecciones de este estado : que no
ha
podido
criarle en otro, porque estas
perfec–
ciones
y
estas gracias pertenecen
á
la cons–
t!tucion del hombre,
y
son propiedades esen·
cialmente unidas
á
su naturaleza : que per·
diendo el hombre la
inocencia por
su
pe..
cado , perdió el i·mperio que tenia sobre sus
sentidos , de n1anera que todas sus acciones,
hechas sin la gracia , son otros tantos
peca–
dos :
que no tiene fuerzas sino para obrar
n1al ,
y
que lo hace por· naturaleza : que
á
pesar de esto no ha cesado de ser libre,
porque
en
obrar
mal
sigue su
propension
y
su inclinacion natural: que en el estado
ac–
tual de
la
naturaleza humana no hay otra
li bertad que ésta , esto es , una libertad
que
consiste solamente en no ser forzado por una.
causa extraña : que
la
concupiscencia,
los
movitnientos indeliberados ,
los que se ex–
perin1entan en
la
continuacion
de
los .
lar-
gos