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Luego explica que la vida es la union de la J¡ateria
y
del movi·
miento~
y
la muerte la separacion de ellos
(1).
»
Un niño cualquiera, que haya cursado la
filosofia~
pondrá en
confusion al mas sabio masan, cuando cite al tribunal de la razon
el simbo lo de sus creencias masonicas.
Si vuestro Dios es .la natura–
leza
entera~
le dirá., es preciso que me deis razon de quien crió
á
esta
naturaleza entera.
¿La suponeis eterna·
é
increada? Esto es un
absurdo. Ninguna razon
filosofi.capodrá convenceros de la existen–
cia eterna de un ser limitado, perfectible
y
contingente. La natu–
raleza entera no es infinita, ni posee todas bs perfecciones posi–
bles, que competen
á
un ser necesario
y
eterno ·que de nadie
necesita para su existencia, conservacion
y
operaciones. Podia
pues haber existido otra naturaleza 1nas perfecta en su ser., en sus
partes
y
en s:u forma constitutiva. ¿Porque no ha existido eterna–
mente este ser mas perfecto
? ¿
Cual es lf) razon que explique
y
cohoneste esta preferencia de existencia de un ser menos perfecto
á
la de otro mas perfecto? ¿Como puede componerse la implican–
cia de un ser
á
la vez contingente
y
necesario? Si es contingente,
si podía dejar ele
existir~
si podia existir otra naturaleza mas per–
fecta que la que existe, necesariamente preexistía otro ser infini–
tamente mas perfecto, que determinára su existencia
y
le diera esa
preferencia : luego la naturaleza no es eterna, no existe necesaria-
'
mente, no es un ser perfectisimo, no es Dios. El Dios verdadero es
ese ser infinitamente perfecto que, preexistiendo eternamente, de–
terrhinó
y
dió la existencia
y
la preferencía á este ser menos per...
fecto en la competencia, digasmolo así, de otras innumerables na–
~uralezas.,
que podían existir.
La naturaleza entera
es un compuesto admirable, organico
r
armonioso;
y
la idea de composicion., organismo
y
armonía entraña
necesariamente la idea de un ser preexistente, inteligente, sábio
y
(i)
El folleto
Sociedades secretas
es impreso en Lima, typografia americana, por
Cristoval Camacho-Rivas, calle de los Huerfanos; num.
H. i8o7.