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-368-

gobierna

y

domin¡.; ser inteligente, racional, dotado de voluntad

y

libertad,

y

por consiguiente simple, exento de toda materia

y

distinto'1de ella·

y

del movimiento que él mismo le dá; ser

noble, espiritual

é

inmortal por su naturaleza, por sus operaciones

y

por su destino . .Con mucho gusto oiriamos otra vez al niño

filosofo en el desarrollo de· estas pruebas

y

haciendo tremendos

cargos al panteísmo masonico porque haciendo del hombre

un puro automata, una maquina

á

vapor') le degrada indignamente,

despojandole de las dotes mas preciosas, que le ennoblecen') la

razon') la voluntad

y

la libertad; condenandole

á

un fatalismo

aciago, matando en su corazon los germenes de las virtudes;

privandole de la esperanza de las recompensas mas legitimas

por sus heroicas acciones, que la ingratitud humana no ha

querido en parte, ni ha podido completamente remunerar; des–

truyendo el orden moral

y

borrando hasta las nociones de lo ho–

nesto

y

lo justo, que no son para seres desgradados

y

meras ·maqui–

nas; desheredando al hombre de su postumo curalzamiento') que le .

es debido por su origen, por su redencion divina

y

por sus merítos '

y

virtudes ; abriendo ancha puerta al crimen

y

la demoralizacion

mas espantosa con negar la inmortalidad del alma,

y

los premios

para el justo

y

los castigos futuros para el criminal incorrigible

é

im–

penitente,

y

con despojar

á

Dios de sus mas esenciales atributos, los

de su misericordia, justicia

y

fidelidad. Pero sonó·la hora de poner

el sello

á

nuestra obra,

y

nos vemos privados de este gusto.

Siquiera tenemos la satisfaccion de ·haber indicado las paradojas

é

impiedades de las creen.cias panteisto-masonicas, que la sana filo–

sofia proscribe, que el Evangelio condena, que rechaza el buen

\

sentido

y

que anatematiza

y

cubre de béfas el mundo racional. Bal-

don eterno

á

la fe masonica

t

¡Qué

habilidad

!

hacer de DiQs un

ENTE MATERIAL E INSENSIBLE')

y

del hombre

UN BRUTO!

Hombres de juicio! Hombres de fe

y

razon

t

Acogéos bajo la

sombra del Catolicismo, el único que ha conocido al

h01nbre~

ie