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ennoblece

y

remunera;

el

único que posee la..,verdaderas creen–

cias; e] único que puedo salvar

á

la sociedad humana del cata–

clismo, que le preparan esos principios degra-dantes

y

disolventes

del masonismo panteísta. Acudid todos

á

la tabla segura depues del

naufra-gio, á la moralizadora

y

salvador~

del mundo, la Confesion

sacramental. Llore el pecador

á

los pies del representante del

Omnipotente los extravíos de las pasiones, que han ofuscado

y

eclipsado al astro de la inteligencia. La impiedad, la heregia, la

inmoralidad hallarán en ella luz, paz y consuelo. Solo entonces

será feliz el hijo del cielo; solo entonces la familia prosperará en la

senda de la virtud, tranquilidad y bienestar; solo entonces la so–

ciedad marchará con rapidez por el carril del verdadero progreso;

solo entonces el genero humano llenará su destino en el tiempo, y

hallará su descanso en la eternidad.

Por despedida diremos al Dr. De Sanctis, que si es verdad,

y

amarga verdad, que en muchos pueblos católicos hay corrupcion,

y

en algunos gran corrupcion de costumbres, estamos muy lejos de

dar á esta calamidad·el origen que él le señala. Es cabalmente por–

que estos pueblos menosprecian el beneficio

y

hásta el precepto de

la Confesion sacramental el que se hallen en tanto abandono. ¿Qué

importa que en las ciudades y poblaciones haya buenos medicos

y

mejores .medicinas, si sus moradores acometidos de mil dolencias

rehúsan llamarlos

y

sujetarse

á

~u

curacion? ¿Se atribuirá

á

su

existencia la mortandad q-qe ·resulte de esta omision ? Seria una

quimera ·esperar ver todos los buenos resultados, que ordinaria–

mente produce este Sacramento, en todos aquellos que solo lo re- ,

ciben una vez al año

ó

de tarde en tarde. La visita del medico una

. vez al año y la mejor medicina que ordene, pocos buenos resultados

rep9rtarán del

est~do

de un hombre, que recae con frecuencia en

graves

enferm~dades.

La frecuencia de las visitas y la continuacion

en tomar las medicinas podrán lograr la sanidad. La Confesion sa–

cramental frecuentada con buenas disposiciones no solo suele

~anar

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