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»
guiar
y
adornado de un tapete
~ordado, coló~se
en ella Biblia,
»
la escuadra, el compás
y
la espada ·flamígera ó de 'fuego.
»
El maestro de ceremonias hace arrodillar al profano al pie del
))
altar, y le apoya sobre la tetilla izquierda las puntas del compás.
»
El venerable dá entonces un golpe
y
dice :
-
)) De pie y al orden, mis hermanos
t
El neófito vá
á
prestar
»
el juramento terrible.
»
Todos los hermanos se levantan, cogen una espada,
y
se po–
))
nen, mientras se presta el juramento, en la postura consagrada.
»
Pronunciado el juramento . el maestro de ceremonias conduce
»
al candidato entre dos columnas ; todos los hermanos le .rodean
»
y
dirigen hácia
él
sus espadas desnudas, de manera que
él
sea
»
como un centro de donde parten los rayos ...
-
]) No temais, dice el venerable al neófito, á las espadas que
»
os amenazan : no son fatales mas que á los perjuros. Si sois fiel
))
á
la franc-masonería, como lo esperamos,
estas espadas estáran
»
dispuestas
á
defenderos; pero
si~
por el contrctrio, llegaseis algun
))
dia
á
serle traidor, ningun lugar de la tierra os ofrecería un re fu–
>>
gio contra estas armas vengadoras
(1).
»
Con que al candidato mason se le obliga hacer el juramento bajo
la amenaza aterradora
y
vengadora á muerte de espada, y á través
del precepto de Dios y de su divíno hijo Jesucristo, que en el De–
cálogo
y
el Evangelio dice
á
todo hombre:
NO MATARAS
11
! -
Y
despues de esto, ¿podrá todavía dudarse que esos juramentos sean
otros tantos horrendos y
sacr~legos
perjurios? Y es preciso notar,
que el mismo Claver asegura que
este formulario es el mas general–
mente adoptado en Europa
y
en America
(2).
Los Pontífices Pio VII, Leon XII, Gregario
XVI
y Pio IX, no
solo condenan á la masonería como inmoral
y
antisocial, sí que
tambien como antireligiosa
y
destructora del cristianismo,
y
se
(1)
Historia pinto1·esca,
etc., pag.
26
y
27. -
(2)
Historia píntoresca,
etc.,
pag.
i3.