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fortaleza
á
esélS
he~inas
de la honradez
y
la fidelidad, inconquis–
tables al valor del oro, al imperio de la lisonja
y
á
la tenacidad de
las exigencias. ¡ Cuántas gracias deberíais dar
á
la confesion, aun
solo considerada bajo es respecto
t
Agradecido á ella decía poco ha
un jóven de alta clase
á
su esposa :
«
¡Cuan felices somos desde
»
que nos confesamos
t
Han desaparecido de casa los celos, las
»
riñas, las lagrymas
!
»
Y ¿qué diren1os ele los beneficios que dispensa la confesion á la
sociedad doméstica relativamente al cumplimiento de· los deberes
de los Padres para con sus hijos? Un Padre distraído en los negocios
temporales ó disipado _en los vicios, menos cuidado suele tal vez
tener de esas porciones de su corazon, que de los
mism~s
animales.
Se los deja correr sin freno por los prados de la licencia; nunca se
abre la boca para proferir una palabra de correccion; nunca se les
exige el cumplimiento de un deber religioso. Ocupada la madre en
las atenciones de las visitas, nada sabrá de los entretenimientos de
sus hijas. Acaso el lobo carnicero se hallará
á
su lado buscando
cómo devorarlas;
y
la
madre descuidada en la
vigilanc.ia no tendrá
ojos para ver lo que pasa en su presencia. Podría ser, que ella misma
con sus palabras ó con el mal ejemplo no les infunda otras ideas,
que las que fomentan el lujo, la vanidad
y
la ociosidad, nodriza de
todos los vicios
y
pecados. De todos estos males es antídoto la con–
fesion. Este santo tribunal examina diligentemente las omisiones de
los deberes 1nas sagrados, prescribe su cumplimiento, reprende los
abusos
y
excita en el corazon de los Padres el amor hácia el tesoro
mas precioso que la divina Providencia les ha confiado,
y
la vigi–
lancia
y
el esmero en la educacion de esos hijos, que lo son primero
de Dios que suyos.
Si es tan útil
y
ventajosc;t la confesion á la familia con respecto
á
los deberes de los padres con sus hijos ; es de absoluta necesidad
relativamente
á
las obligaciones de ios hijos para con su padre.
Por acendrado que sea el amor que estos profesen á sus criaturas