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bíblicas no se prueban ni desmienten con insu'ltos, sino por textos
bíblicos,
y
puesto que nuestro Doctor .nos ha dicho que no admite
·
·sino la única autoridad infalible ele la Bibli,et,
porque lo demas es
palabra de los hombres_,
debia presentar textos mas claros del libro
sagrado, que los que aduce Belarmino,
el gran controversista.,
y
no
arrojar contra ellos los apodos de
fantasma
y
extravagancia.
Nada
mas fácil que esta clase de pruebas, como nada mas infamante que
burlarse
é
injuriar la verdad,
y
la única autoridad infalible que la
ensefía.
¿
Habria leido el Dr. de Sanctis los pasajes de la Biblia en
que se habla de la confesion? El hecho de ocultarles
á
sus lectores
y
de
reput~rlos
por un
fantasma extravagante
nos infunde la duda
de ello. Por lo
clem.as,si los señores protestantes? los apasionados
defensores del
Puro Evangelio,
han calificado de
desfachatez
la
conducta de los teólogos católicos? ·de citar las figuras
y
los vatici–
nios del
Antiguo testamento
en prueba del dogma cristiano de la
confesion auricular? no debian olvidar que el Apostol S. Pablo
decia
á
los cristianos de Corinto :
«
Hermanos, no quiero que igno–
)) reis que nuestros Padres
fueron bautizados
en Moisés, en la nube
>>
y
en la mar :
y
todos comieron
la misma vianda espiritual,
y
»
todos bebieron una misma bebida espiritual :
porque bebían ele la
>>
fuente de la piedra espiritual que los iba guiando :
Y LA PJ EDRA
»
ERA
CRISTo. Pues
e~tas
cosas les sucedian
en figura
de lo que se
»
habia de cumplir en nosotros
(1 ).
>>
No clebian olvidar que Jesu–
cristo aseguraba haber venido
á
perfeccionar lo que estaba conte–
nido en la Ley
y
en los Profetas (2),
y
que remitía al testimonio
de
las escrituras del Viejo Testamento
á
los incrédulos acerca
de su mision, doctrina
y
misterios (3). No debian olvidar que
el mismo divino Maestro reprendia á dos de sus discípulo en este
tono :
<{
Oh necios
y
tardos de corazon para creer todo lo que
>>
los Profetas han dicho
t
Y comenzando desde l\1oisés,
y
de
(i)
Corin th.,
c. x,
vv.1, 2, etc.-(2) l\1::\tth .,
c.
v, v. 7.- (3) Jonn.,
e.
Y:· v~ 39.