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Sagrados, y nos lo transmitieron en su genuina inteligencia, que
recibieron de la primitiva revelacion por la tradicion, cuyos ecos
eran, y de la luz del Espíritu Santo, que los alumbraba. Y
1
en el
siglo 11 Tertuliano esplicaba este misterio en esta forma:
<<
Por estas
e<
palabras,
Adan, ¿donde estas?
Quiso Dios darle a entender que
>>
estaba en la perdícion,
y
quíso ofrecerle la ocasion de
confesar
»
espontaneamente su delito, y de este modo levantarse de él. De
»
•la misma manera preguntó a Cain :
¿
Dúnde estcí tu hermano?
De
»
este modo se nos han dado ejemplos para hacern'os comprender
)) que es necesario
confesar
los pecados mas bien que negarlos .. -
»
Ved aqui pues, como Adan se libra de la maldicion,
y
se levanta
»
haciéndose un candidato de la redencion
por la confesion
(
1).
»
»
Adan_, Adan_,
¿
dúnde estás?
Esta es la voz de Dios.
dice San
»
Juan Crisúst01no_,
que excita a Adan a que tenga confianza en su
»
misericordia, tome de aqui ocasion de arrepentirse de su in–
»
gratitud, y por
1nedio de la humilde confesion de su pecado,
>>
alcance perdon de él y le quede borrado (2).
>>
«
Adan es inter–
~
rogado,
ai1ade san Agustin,
no porque Dios ignorase su para–
>>
dero, sino para obligarle a
la confesion de
SU
pecado.
-
Y DI03
>'
LO
SACÓ
DEL
ABISMO
DE
SU CRU\IKN, COmo se lee en el libro de }a
»
Sabiduría ; y por esta causa dispuso qu
on la muerte del
»
cuerpo pagase la pena temporal debida a su pecado ; y mediante
»
el arrepentimiento se viese libre de la muerte sempiterna : en
>>
donde brilla mas la gracia del Redentor, que el mérito del peni–
>>
tente (3).
>>
«
Por esta causa Dios buscó a Adan
y
Eva, escribía
(1.)
«
Aclam, ttbi
es
9
id est,
in perditione es.
Interrogat Deus ut daret ei locum
sponte
confdendi
delíctum, et hoc nomine relevandi. Sicut de Caín sciscitatur:
Ubinam est frater tuus?
Atque ita nobis conderentur exempla
CONFITEND0RUl\I
POTIUS
DELICTQH.Ul\1
quam negandorum... Nec maledixit (Dominus) ipsum Adam,
nec Evam, rcstitutionis candidatos et confessione relevatos.
»
Tertul.,
Contra
Ma1·cion.
lib. II, c. xxv, el lib.
III,
c. xxv. -
(2)
«
lnterpellat proprio nomine,
non ignorans., sed fiducire occasionem prrebens ut
pe1· confessionem peccati
pecca~
tum abluerent.
»
S. Joan. Chrys.
Hont.
:l7
in Genes.-
(3) (
Itaque jam interrogatur
Adam, non Deo nesciente
ubi
esset~
sed cogente
ad confessionem peccati
(De Gen.,