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toria.
Pero, no todo lo que
pronunC'iú Dios ,
lo ha oido el Dr.
D~~
Sanctis.
U~
poco mas de reflexion
y
diligencia al leer las Santas
Esc.rituras hubiera sacado á nuestro Doctor de ese engaño ó igno–
rancia. La fórmula que Dios ó su ministro pronunció sobre Aclan
penitente, está contenida en estas palabras, que el Señor dijo, ape–
nas Adan se despojaba de su vestidura vieja, y el n1ismo Dios , lo
ves tia de la nueva y misteriosa túnica del Cordero:
Hé
aqui que·
Adan se ha hecho c01no uno de nosotros
(
1).
Había sido criado
á
imágen de Qios, y por la culpa manchó esa imágen. Hé aqui que
ahora por la gracia se ha purificado y se ha hecho otra vez seme–
jante al Criador.
El sabe ya por esperiencia el bien y el mal
(2). Esta
interpretacion recibe una claridad admirable de este texto ele otro
libro sagrado :
«
La sabiduría conservó al primer hombre, que ha–
»
bia sido criado solo y formado para ser Padre de las naciones del
>>
orbe;
Y LO
sAco
DE
su PECADo, y diole virtud de sobrellevar todas
»
las cosas
(3).
»
Ni se crea que eso sea una ·anécdota excogitada por los teólogos.
No: no somos nosotros, ni el P. Ventura, ni el cardenal Belar–
mino los que descubrimos ese ministerio de necesidad y valor de
la
confesion contrita al ministro de Dios,
valorizada por los méritos
del futuro Mesías,
e1
ue estaba cifrado la salvacion del Padre del
género humano
y
de su posteridad. Los San tes Padres desde la mas
remota antigüedad lo hallaron y leyeron como nosotros en los libros
(1) Gen., c.
m,
v. 22. -
(2) Preferimos esta interpretacion de Tertuliano, San
Agustin
y
otros doctores, por ser mas enlazada con el texto, mas digna de la
bondad y majestad de Dios,
y
mas propia de las circunstancias. He aquí el con–
texto: (( .Mas ahora (se ha de precaver), que no alargue quiza su ruano y tome tam–
«
bien del árbol de la vida, y coma; y (así quitado el peligro) viva eternamente.
<<
-Y echólo el Señor Dios del paraíso, etc. ,, Gen., c.
m,
v. 22, 23. -Co locado
el hombre en el paraíso de delicias
habi~
perdido la gracia por una fuerte tenta–
cion : ahora que ha recobrado la gracia, se le echa del
parai~o
terrestre ya para
quitarle del peligro de la tentacion; ya en penitencia del delito anterior.
(3)
«
Sapientia illum, qui primus
formatu~
esta Deo pater orbis terrarum, cum
»
solus esset creatus, custouivit, et
EDUXIT ILLUM
A
DELICTO SUO,
et dedit illi
vir~
~>
tuteru contineudi omnia.
>>
Sap., c.
:x,
v. 1, :?.