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hace asegurar á Belarmino, que en el cap.
Ht
del Génesis se halla
la institucion divina de la confesion,
.y
los confesonarios en el
Paraíso terrestre. Belarmino consigna un
hecho
tal cual está
espresado en el texto sagrado, la contestacion de nuestros pri–
meros Padres al interrogatorio divino despues de su caida, que
im·porta una verdadera confesion de su crímen, hecha á Dios,
ó
al Angel que le representaba en forma humana;
y
nuestro Dr.
acusa
«
al buen Cardenal de extravagante abusador de la Biblia,
porque, segun él, en el cap.
111
del Génesis
se habla por primera
vez
de confesion auricular, hecha al sacerdote, que entónces no
existía, siendo así que Adan
y
Eva,
lejos de confesar su pecado
lo negaron
(1).
»
¿Negaron su pecado Adan
y
Eva?¿ Esta sincera
expresion que nace del fondo del corazon, no menos que del seno
de la verdad.
Señor
coMí
el fruto del árbol, que me dió mi esposa,
á
traves de tu prohibicion: Señor, la serpiente me engaño,
y
LO
col\Ií, importa una rotunda
NEGACION?
¿
Es esta buena fué
y
buen
uso de la sagrada Biblia?
Sienta lo que quiera el Sr. De Sanctis con sus doctores bíblicos
acerca de este hecho: él habla tan altamente á favor de la futura
institucion de la confesion sacramental cristiana; esta retratada la
alegoria tan exactamente
y
con colores tan vivos, que basta el buen
sentido para reconocer en él una verdadera
y
profetica figura, un
divino vaticinio de la existencia venidera del Sacramento de la
Penitencia. Dios, cual Padre compasivo al ver la
~esgracia
de sus
queridos hijos, envia un ministro (2), que en su nombre los llame
Testamento vete1·i exigebat, figura m·at, ut 'revera et·at, cum omnia contingerent in
figura
(ut loquitur Apostolus,
l.
Cor. 10),
certe necesse est, ut in Testamento novo
sit
etiam confessio peccatorum
a
Deo prcecepta, et quidem tanto exactior et per–
fectior, quanto t•es figurata figuris ipsis prcestat... Primo igitur
FIGURA
habetur,
. Gen. 3 et 4,
ubi Deus primum ab Adamo et Eva, deinde
a
Caín confessionem
~
peccati exegit,
etc. (1.) Folleto, p. 2L
(2} Aunque S. Cipriano, S. Hilario
y
S. Gregorio Nazianceno creen que Dios se
aparecio
á
Abran,
á
I1foises
y
los profetas en forma corpórea para hacerse visible ;
sin embargo es mas verdadera la sentencia de S. Gerónimo, S. Agustin,- S. Gre-
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