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»
tamonos al Señor con el corazon contrito :
cada uno confiese
)
sus pecados antes de morir, mientras la confesion
y
la absolu-
>
cion dada por los Sacerdotes es aceptable al Sei?-or
(
1).
San Gregario
t
Nacianzeno decia :
Yo me confieso,
porque me tengo por hom-
>>
bre revestido de
miserias~
y
di~penso
á
otros este segundo
bau--
>
tismo
y
este perclon
(2).
»
San Hilario no se contentaba con con..
fcsarse cuando pecaba; decía :
«
no es menester incurrir en nuevas
culpas para confesarse
á
menudo : podemos repetir los mismos pe–
cados ya confesados
(3).
»
San Basilio
y
todos los santos
y
santas
que profesaron su instituto monacal, frecuentaban la confesion, pre–
eepluada en sus Reglas (
4:).
Paulina historiador de la vida de San
Ambrosio nos refiere, que hallándose este santo Doctor en
los
úl
ti–
Limos momentos de la vida, el mismo Señor revelo
á
Honorato, sa–
cerdote de la iglesia de Vercelles? el grave peligro de muerte eu que
so
hallaba el venerabie Prelado?
y
le ordenó que fuese
á
darle el
viatico del sagrado Cuerpo del Señor.
Es
indudable que en este
trance se confeso con
él,
pues el Santo Doctor nos dice, que
llo-
·
raba sobre el pecador que moría sin la Penitencia;
que
nadie estan–
do en pecado podía recibir los Sacramentos;
que
se debia hacer pe–
nitencia de los pecados cotidianos;
y
que
el '}Ue se confiesa, no te–
mera al demonio acusador en aquella hora
(5).
La
historia pues de
la autoridad_de San Agustín dan por apocrifos los documentos que describen
1~
cucstion reñida entre ambos Santos sobre la reitcracion del bautismo dado por los
hereges,
y
dícen que fueron escritos por los herejes donatistas. Aun cuando
fuese real
y
positiva la cuestion, es nbsolutamente- falso, que el Papa llegase
á
ex–
comulgar
á
San Cipriano. San Agustín, San Geronimo
y
otros santos mas cercanos
á
aquella época desvanecen tal impostura.
El
mismo San Cipriano en la
Epistola
á
Jubayano,
que se supone escrita despues de ese hecho, lo desmiente por estas
palabras :
x
Cum collegis et coepiscopis nostris ... Divinam concordiam
et
domini–
»
cam pacem tenemus... Servaturin !1obis patienter et leniter charitas animi, col–
»
legíi honor, vinculum fidei, concordia Sa cerdotíi.
»
¿Cómo la herejía nunca ha
podido presentar el documento pontificio, que aecredite tal excomuuion? La razon
es clara: porque solo existe en la imaginacion de los enemigos de la fe catolica.
-
(1)
De Lapsis,
c.
XXIX. -
(2)
Omt.
40
in S. Bapt.
-
(3)
Tmct. in Ps.
135. –
(4) In
Regt¿lis bred o1·ibus,
inter.
HO
et
288. -
(5J
Lib.
li
de Pcenit.
á
cap.
VII
usque ad 11.