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-

138-

cion

ó

explicacion hubiera dejado á sus Apostoles en la obscuridad

y en la duda., sin saber el modo en que debía ejercitarse. El Hom–

bre-Dios, que aun en materia de legislacion era y babia de ser el

maestro y el modelo., digno de ser imitado, estableció primero las

bases de la constitucion que quería dar á su Iglesia, reservándose el

desarrollo de esos principios para el tiempo oportuno, en que iria

perfeccionando su carta fundamental con la institucion de los po–

deres, tribunales, magistrados

y

atribuciones, de que queria

dotarla. Fué en la primera noche despues de su resurreccion,

cuando quiso establecer el

fuero interior

en su Iglesia, con la ins·

titucion del santo sacramento de la Penitencia para la remision de

los pecados, del modo que explica S. Juan en el cap. 20 de su Evan–

gelio, y dejamos ya evidenciado. La naturaleza misma de este tri–

bunal demandaba ser

interior

u

oculto

en la Iglesia. Su objeto era

·establecer un juzgado en que un ministro suyo, despues de

formar un juicio recto de las buenas. disposiciones del penitente por

medio de la confesion oculta

de

sus culpas, hásta de las mas inti;.

mas y secretas, sin exponerlo

á,

la deshonra pública, le otorgará en

su nombre la absolucion de ellas. Jesucristo no podía obligar

á

confesar los pecados graves y ocultos en la publicidad y bajo

los

tramítes de un tribunal exterior, sin contravenir á sus propias

leyes, que prohiben el escandalo

y

la infamia ajena.

¿Cómo pues ha podido afirmar el Dr.

V.')

que

en los primeros

siglos

del cristianismo

no· se clistinguia el fuero sacrcbmental del

fuero externo,

y

que

la teología escolastica

(en el siglo xn)

separó el

fuero sacramental del judicial?¿

Bajo qué garantias pudo propalar

de un modo absoluto el Señor S., que

la confesion de boca.,

parte -

.,

del sacramento de la Penitencia,

en los 1Jrimitivos tiempos era pú-

blica~

y

que

al presente ba .f)ta ·za privada

á

auricular?

¿

En

qué

texto evangelico ha ordenado el Salvador, qu,e la confesion de

todos los pecados haya de

s.e

r publica?

¿

Por qué ley la ha mandádo

la Iglesia? Cuando el Apostol Santiago preserihia') que el enfermo