xui
Octubre del mismo año, cuyo
pa~age
hemos q uerdio trans–
cribir:
L e/Ji cm·tas de Roma n¡fie?·en,,quep o1· wn Decreto del
Papct,publicctdo ultV!nctmente en CU]_ uella Capital, havict p·os–
cripto Su Santidad
el l~1xo,
y
vano ap cw·ato, que se pmcticct
en las ent1·adas,
y
Pn!fc.ssiones de Religiosas, reglando el
tiempo,
y
ceremonia. al modo siguiente: Estas j imciones
?tO
pod1·án hace1·se sino po1· la mai'íana,
y
debm·ám conclni1·se
antes del medio dict: La Seño1·a que hade tomm· el lwbito,
esta1·á obligada., á despr¡jcwse de los vestidos del "Siglo en la
Re¡ja inter·io1· ele la Iglesia: No se podp·á convida?·
á
estas
Ce1·emowias s·ino
e¡
los Pa1·icntes me/Ji immecliatos, hastct el
segundo rp·aclo;
y
se p1·ohibe
á
demás ele esto todo genm·o ele
j)f~lsica
clent1·o de la Iglesia, el ntido ele T cwnbo1·es, Timbales,
y
Clct?·ines.
y
el clisp a1·a?· Coetes, comoassi mismo los ?'f!f1'es–
cos, que se si1·vmt en los Locuto1·ios.
En quanto á las costumbres de las Personas Seculares,
principalmente aquella , que mas dan en rostro, y que por
su publicidad, y mal exemplo son tan perniciosas á los pro–
ximos, no se ha omitido todo, lo que nos ha parecido con–
ducente,
á
refornmr su relaxacion; porque empezando por
el otro Sexo, que es el mayor tropiezo de la fragilidad, con
ocasion de publicar el Jubi leo Santo [33], dimos á la E stam–
pa una Exhortacion, y Carta Pastoral, en que declamamos
contra los dos vi cios dominantes de nuestra corrupta., y do
probada humanidad ; Y en Edicto, con el mismo motivo pu–
blicado [34] , prescri
bimos saludables Consejos, y dimos
precisos mandatoR, p
_a.raque rcf'ormassen sus trages, no solo
en la.s Iglesias, sino .
en sus particulares Ca as; porque ver–
daderamente es digno del mayor dolor, y compassion, que
su desemboltura sea causa. ele tantos daños espirituales,
y
que en el tremendo Tribunal del .Altissimo, no ta.n solamen–
te sean reas ele las proprias culpas, sino tambien de las age–
nas, quando por sus provocaciones fueron incentivos de tor–
pes deseos, que avivan la imaginacion para. las livia.ndades;
pero es aun mas execrable, qua.ndo las Iglesias, y T emplos
del Señor los const ituyen T heatros de sus lucimientos, don–
de solo debe ser lugar de la. compuncion , y penitencia: 6
Dios, hasta. donde llega la humana malicia, pues no perdo–
na vuestras Sagradas Casas, ni lla.y immunidacl, que no esté
expuesta
á
sacrilegos insultos!
(33} Edictos de 10 de Agosto de 1752. de 7.
y
15 de Septiembre de di-
cho aiío.
.
(3·1] En 15 de Septiembre de ; .;1