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concilios; y en segundo lugar, con el ejemplo de los
apóstoles, que pudiendo conocer separadamente de
las controversias eclesiásticas, no quisieron resolver
sino en concilio la suscitarla en Antioquia sobre las
ceremonias legales, sin duda por no apartarse del
medio ordinario indicado por el mismo Jesucris–
to (1)." De este modo se entiende como el juicio
del papa sea tambien juicio de la sede apostólica,
puesto que ha sido formado con acuerdo del clero
que la compone. Con razon pues decia el cardenal
de Cusa: "Se llaman epístolas apostólicas aquellas
de los soberanos pontífices, que tienen fuerza de ley
por haber sido dictadas de acuerdo_y consentimiento .
del sínodo á que anualmente concurrían 13n otro tiem–
po los metropolitanos (2)."
§.V.
Aquí tenemos justamente las decisiones llamadas
ex catlted1·a, expresion sacada de la manera con que se
pronunciaban estos juieios. Cuando el concilio se
hallaba reunido, el obispo subía á su cátedra, á la
cual la antigi.iedad dió á veces el nombre de trono.
En derredor se sentaban los sacerdotes en sus sillas,
(1) Non cÍeuet pontifex in controvcrsiis iidei dijudicandis aut solo
sno judicio lidere, aut expectare divinam revelationem, sed adhibe–
re diligentiam, quantam res postulat, et ordinaria media ..... Porro
medium ordioarium, et proinde necessarium esse concilium mag·
num, aut parvum, unum, aut ra .... facile potest probari: primum 1
ex di vina illa promissione: su11t duo, vel tres 4"c.; hunc enim
locum de conciliis intelligit dus calcedonensis, et alire.... secun–
do, ex facto apostolorum, qui cum possent etiam seorsim tdefinire
cont1·oversias, tamen ne viderentur negligere medium ordinarium,
ot á. Christo ipso dernonstratum, non sine concilio cootroversiam de -
legalibJJs Antiochire exortam definire voluerunt.
(2) Apostolicre epistolre vocantur illre romanorum pontificum
cpistolre, qure vigorem statutorum habent, quoaniam per consensum
synodi quondam metropolitanorum concurrentium annue ad sedem
papa eas<Jem dictavit.
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