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mo,
y
repitiendo las palabras de San Gí·egorio, turbando la:
paz de la I g lesia, menosp reciando á sus hermanos,
y
des–
mintiendo la gracia que Dios derramab a so bre
todos: el
Primado no fué establecido para esto. Luego la autoridad
del Primado no se identifica con
la autoridad episcopal.
Luego, otra vez, las fu nciones que le convienen al Romanó
Pontífice como Obispo de Roma, no son las que le con–
vienen como Primado de la Iglesia uuiversal.
Para permanecer los obis
pos particulares, á
la vista y
en concúrrencia d el O bispo
univ.et·sal, sería ind ispensable
sostener, que aquellos eran
vicariosy simples coadjutores·
de és te: pretension absurda, como lo manifestat·émos en la
próxima Disertacion. Luego es igHa lmente abs urd o el fun–
daJnento sobre que se apoya el vicariato de los obispos, á sa–
ber, el Obispado universal del Romano Pontífice.
Para-que nuestros lectores estimen mas el mérito de esta
deduccion, tengan presente que el Cardenal de Luca halla–
ba tan íntima y necesaria,
sumrtrnente necesm·ia
conexion
entre el Obispado universal del Romano Pontífice,
y
la su-·
bordinacidn en que respecto de él debian encontrarse los
obispos, que la comparaba
á
la que ti en en los 'párrocos
respecto del Obispo, de quien,
.á
j uicio de la Curia por el
órgano de Fagnano, son
vicru·ios
aq uellos. Apura ndo el
Cardenal la subordinacion
y
tlependencia en que se ha l.lah
los obispos respecto del Papa, llega
á
decir, que "son ofi–
ciales suyos los Patriarcas, Arzobispos y O bispos"- Pa–
t1·im·cltae, Arcltiepiscopi et Episcopi sunt etiam ojficiales
Papae.
Pero s; los obispos, digamos ahora nosotros, no son
vicarios, ni oficia les del Papa, sino que se hallan puestos,
comd él, para gobernar la Iglesia, se sigue rigurosamente
en la propia lógica del Cardenal, que el Papa no es Obis–
po de toda la Igl esia, sino que mas bien, conformáudonos
con la frase de S. Gregorio, quien dice Q bispo universal,
hace desaparecer
á
todos los obispos, ó los reduce a l tristí–
simd.papel do Yicarios, oficiales
y
ayudantes del Papa.
8.
La conc7l'rrencia del Papa con los Obispos
acan·ect;ria
inconven
lentes.
Si alguno
tlije~e,
como lo dij o un ohispo curialista del
Concilio Tridentino, "que el Obispado universal d el Papa
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