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·quilamente hasta la sesion
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en que se renovó la discordia
con motivo de la traslacion. Hnbo dos concilio"; y el d eBa–
silea dejó de rep resenta r á la Iglesia universal. Pero en vi s
ta de lo espuesto, el propio E uj enio nos ha mini_strado las
mejores prue bas que da rse pudieran para demostrar, que
puede haber ocasiones en que sea lejítimo un Concilio, que
se halla en contiend a con el Papa, qnien así lo reconoció
so lemn emente.
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}\/o es necesario que sea de
fe
la superioridad del Cou-
.
cilio sobre el Papa.
Cuando h emos elegado los decrétos de los concilios d e
Constancia y Basilea
á
este propósito, no ha sido con el obje–
to de probar la superioridad del Co ncilio, porque concilios
la hubiesen
dr;fiuido.
No: esto se1·ía oh·idarnos del princi–
pio que tantas veces hemos invocado-nadie puc"de ser juez
en su propia causa.
No es menester qu e- una ve rd ad sea de
fe,
para que me·
rezca el nombre <.le verda<.l. Y sin distraernos al órde n físi–
co, moral y político, e n el r éj imen
eclesiás~ico
puede haber
verda<.les, que sirvan de regla á los procedimientos de los
pastores, sin que ellas hayan sido reveladas por Jesucristo
ni proclamadas en términos formales por la Iglesia; pero que
entran en su organizacion como sociedad de hombres,
aunque
e:,tab~ecid a
por el hombre-Dios. Por ej emplo: hemos
r econocid o en la Iglesia el derecho de reglar, y aun suspen–
der y prohibir
el t;jercicio
d e las facultades que correspon–
den
á
los pastores por su
institucion . ¿Pod rán demostl·ar
los d e la Curia, qne este podet' que ello"s y nosotros vindi –
camos
á
la Iglesia es
de
f e,
ó está fundado e n un texto ter–
minante de la escritura ó de la tr:ulicion divina? Los que
tal in tentasen, se ,·erian obliga<.los
á
componer, cuando me–
nos, un raciocinio para probarlo; lo que confirmaría, en vez
de destruir nuestro propósito; pues no es dogma lo que se
pruel:¡a por medio J e una deducion. Y de la deducion ó el
raciocinio nos valemos cabalmente nosotros para d écir, que
no puede negarse á la Iglesia este pod er, por la potísima
razon de que es
indispensable,
y porque de otro modo, sería
imperfecto su gobierno.
'
La comparacion que acabamos de hacer, nos facil itará la
intelijencia del punto
á
que nos hemos contraído, ó servirá