que ahora vale una de
3 3 ,
6 algo mas.
·
,
4
5
1
Por
el
rédito se descubre lo mismo , porque cien du-·
cados en los censos producían mas de
7 ,
y ahora producen
me~
nos de dos y medio ; y en las negociaciones rendían
1
o de
inte-~
reses en lugar de tres,. con que ahora se contenta
el
capitalista.
4 51.
Una regla clara
y
moderada de proporcion descubre,
que sin exagerar la materia ' tenia
el
dinero algo mas. de dos ter–
ceras partes de mayor estimacion quando se celebró la primer
Concordia , que en
el
tiempo presente; y de aquí sale , que
2.
5
01J
ducados ,
Ú
dos millones y medio de reales en
el
año de
r
57
:z.
valian lo que ahora pueden valer 8oo1:1
ducados,~
8 mi–
llones de reales , con poca diferencia.
4 5'3
Las antiguas tasas de granos y su cotejo con los va–
lores actuales, prestan igualmente una prueba perentoria de lo que
há decaido la estimacion del dinero desde
el
siglo XVI , hasta
el
presente,
y
la
proporcion de su mayor valor en aquel tiempo.
4 54
En
el
año de
I
57
r , que fue
el
mismo en que se
concedi6
el
Escusado , se expidi6 Pragmática de tasa , regulando
el
precio del trigo
á
1 1
reales : la cebada se habb. tasado
á
me–
dio ducado en
el
año de
1
56 6;
y
el
centeno á
2.00
mrs. desde
el
año de
I
55 8.
Así consta de las
LeJfes
1,
3,
y
4,
tlt.
2.
5 ,
lib.
S
de la
~cap.
Este valor tenian los frutos mas considerables de
los perceptores de Diezmos, y este era
el
que podian conseguir
en los de las casas mayores dezmeras, que concordaron. Ya se
ve que no todos los años venderian al precio de la tasa; y que
en los abundantes y medianos se contentarían con mucho me–
nos ,. como siempre há sucedido. Con esto queda prevenida al.,.
guna objecion, que se querrá hacer.
4
5
5
La tasa, que llamamos moderna , del año de
1
6
9
9,
fix6 los precios de los granos á
2.
8
reales
el
trigo , r
3
la cebada,
y
1
7
el
centeno. La experiencia de los daños, que ocasionaban
estas baxas regulaciones, dieron motivo á permitir la libertad de
precios en varios años del presente siglo ;
á
que no se observase
los establecidos en los Reynos de Andalucía , Murcia y Castilla
la Nueva;
y
tíltimamentc, á que la sabiduría
y
penetracion del
Consejo consultase á S. M.
b
general abolicíon de las tasas ;
y
que un Príncipe tan ilustrado y amante del bien de sus vasallos,
como Cárlos
III ,
dexase libre la venta y comercio de los granos,
por una Pragmática , que bien executada
y
entendida , puede
hacer la época feliz de la Nacion.
·
4 56
Por estas providencias
y
variaciones , que
el
tiempo
há