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al gobierno argentino la confesion de haber usurpado
funciones agenaro;
y
obligarlo
á
desbaratar la obra
consciente de medio sig·lo, en la que colaboraron las
mayores eminencias del pais, como Ri vadavia, Mi–
tre, Sarmiento, Velez Sarsfield
y
Costa?
¿Acaso
para entorpecer el curso de las reformas empren–
didas, que si bien lento y penoso, conduce
á
la mas
completa depuracion de las instituGiones civiles
y
á
la formacion de un Estado esencialmente laico?
Las facultades ejercidas hasta hoy por
las
autoridades
argentinas~
pueden f5eguir ej erciendose
en adelante.
Un
concordato, en vez de ampliarlas
6
facilitar su ejercicio, solo puede servir para res–
tring·irlas
ó
difi(jultarlas.
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vez de robustecer y
afianzar el poder de las
institucioues nacionales
falsearía los fundamentos del órden actual de cosas.
En vez de ser un nuevo motor
6
fuerza impulsiva
del progreso,
seria rémora constante cuando no
un valladar insuperable levantado para contener
el desenvolvimiento de las fuerzas propias.
La República del Ecuador ha pretendido ul–
timamente suprin1ir los diezmos, percibidos aun
con arreglo
á
su concordato vigente.
Se dirigió
con tal objeto
á
la corte de Ron1a; pero esta, pre–
munida de la influencia ejercida en aquel pueblo
por el sentimiento religioso y contando sobre todo
con la cnndescendencia de su actual gobierno, se
ha negado
á
consentir en esta justa peticion.
¿N
o