-431-
apareció, dice, la verdadera religion de Jesucristo,
que es
á
la vez rey y pontifice, los emperadores no
volvier~n
á
llamarse pontífices y los pontífices no se
han atribuido la autoridad real, aun que sean mimn·
bros de aquel ·que es verdadero rey y pontífice........ .
Sin mnbargo, Jesucristo considerando la fragilidad
humana, ha distinguido enteramente las funciones
de los dos ordenes, haciéndolas ejercer por dos dig–
nidades diferentes. Ha querido que los suyos se sal–
vasen mediante la humildad
y
no ag·obiados bajo el
peso del orgullo humano; de manera que los elnpr,ra–
dores tuviesen necesidad de los pontífices
para la
vida eterna, y los pontífices de las leyes imperiales
paf·a la expedicion rle los negocios temporales.,
236-El papa Simanca, en una carta escrita
al emperador Mauricio le decia:
«Comparemos la
dignidad del emperador con la de los pontífices.
La diferencia que se encuentra en ellas es que
el
rey tiene cuidado de las cosas
hun~anas
y
los
pon~
tífices
~de
las
divinas.
Recibís oh! emperador, el
bauthnno, del pontífice; él os dá los sacramentos.
I..~e
pedi5 oraciones; esperais sus bendiciones
y
le
pedis la penitencia.
En
~tna palab1~a,
teneis el clo–
?ninio de los bienes tmnp()rctles y él es el depositario
de los bienes espirituales.1>
(
1)
(1) Cit11do por Dupin en su 1Autorité
ecclesiastiqne»,
tomo
1°
pú.gina,
39.