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lo es imposible su total separación, sino que la

unión

es siempre condición necesaria para la

felicidad

y

prosperidad de las naciones cristianas. "

Tanto la sociedad religiosa como la civil JNn

de–

origer. divino; pero, la priwrra ha recibido de Dios–

inmediatameute su" con ·t ttución" y modo de ser,

a~~

como la forma

y

límites lle su poder espiritual. La·

segunda procede de Dios, en cuanto es autor de la na–

turaleza; pern, la forma dt> gobierno

y

la manera de ejer–

('Crse la

oheranía dependen de la libre voluntad del

hombre.

l'or e to, se ha dicho que el poder civil es

de '· derecho divino natural ", y qne el poder espi–

r itual, en <'uanto proecde dQ Dios como fuente de la

gracia, es de " derecho divino sobrenatural."

A1

tmtar de

las relaciones entre la I&lesia

y

e~

Estado, no hay, aún al decir de los

enem1gos, sino

cuatro situaciooe posible::.: 1

d

confusión <.ie

los dos

poderes ;

2

c:;s

subordinación de la Iglesia al Estado;

3

c:;s

subordinación del Estado

á

la Iglesia,

y

4

~

sepa–

ración de los J os poderes. De estos sistemas, el pfimero

e absurdo, ya que el E.-tado

y

la Iglesia son sociedades

perfccta1:1 y distintas, que se diferencian por su origen

y

por lo medios

que

emplean;

ya

también,

porque

a ·piran

á

di ver o

fines.

.r

o es aceptable la sujeción de

la Iglesia al Estado; pues repugna

á

la razón, que

lo má

noble esté dependiente de lo menos noble,

lo sobrenatma1 de lo natural,

lo superior de lo infe–

rior.

E~to

es, además, contrario al origen

y

prerogati:va&

de la Irrle ia, porque

J e

ucristo, su Divino Fundador , se

llama -á

í

misruo Príncipe, Rey de reyes

y

Señor de

señore ;

[1

J

princi , aclo

y

autoridad plena, que Cris–

to trasmitió

á

la

Iglesia. "Todo poder, dice el Sal–

vador, se me

h::..

dado

en

el cielo y en la

tierra;

como Yo he si¡lo enviado,

.ASI

Yo os envio"

[2] . N

o

es

tawpoco admisible la

separación, porque

amba¡

8

ociedades se proponen el perfeccionamiento del hom_

(1)

Apoc.

1, 5-19, 16.

(2) Math. 28, 17

r

20,