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ramcnto? El Cons<'jo Central, después de de tenido de–
bate, resolvió por fin
y
por unanimidad, que d ebía tra–
bajarse por la reuni ón dd primer Congreso Católico del
Perú,
y
nombró
h
comisión Org;mi zadora.
La época fijada e'n un prin cipio no fué propicia, por–
que desgraciadamente sobrevino la g uerra civil,
y
no
eran esos momentos oportun os para la reunión de un
Congreso.
R~stabl eci cla
la paz
y
consolidado el ord en
público con el establecimiento ele un gobierno constitu–
cional, ya fu é fácil íijar otra fecha, y se señaló, como de–
finiti va. la dt·l 8 de Noviembre de este año.
L a Comisió n Organ izadora, estimó en toda u magni–
tud
la
responsabilidad qu e asumía al acept:1 r el ho nroso
encargo de prepar;¡r la reunión del primer Congreso Ca–
tólico del Perú. .
f
o se le ocu ltó ni un momento. que en
labo r ta n ardua muchos habrían de ser los obstáculos
y
gr::tndes las re istt·ncias que encontraría en su camino.
I
o conociendo la Obra de los Congresos Católicos, sino
por referencias y por la lectura de los anales d e los que
se han celebra do en Europa, muy natural era que consi–
derac;e t-1 encargo muy su perior á sus facultades.
Acometerl o era preciso, sin embargo, con fe y entu–
siasmo:
y
la Comisión Organizadora entró de lleno
á
ocu–
parse de su cometido;
y
desde entonces, durante un año,
no ha dejado ele trabajar allegando los elementos que
hoy os presenta. De vuest-ra ilustración
y
elevadas miras,
al resolver con acierto los proyectos de acuerdo que os
som ete, espera lo demás.
Fuimos alentados,
y
lo d tcla ro ante todo, por la pala –
br<~,
el
co::~sejo
y
hasta la cooperación efecti va del Excmo.
r. D elegado Apostólico, que con notable
y
constan te
empeño, ha sido el colaborador más asid uo
y
competen–
te ele la Comisión Organiza dora. Justo es que en estP–
solemne momento le tributemos la expresión de nuestro
sincero
y
respetuoso agradecimie nto.
Cumpliendo deber de cortesía y de respeto filial, colo–
có la Comisión la obra que se le encomendaba bajo el
patroci nio del Rvdmo. M etropolitano
y
de los Señores
Obi-;pos Sufragáneos
y
titulares, apresurándose al pro–
pio tiempo
á
elevar sus preces al a nto Padre, para im–
petru u aprobación
y
bendición apostólicas.
o omitió
tam poco llev;¡ r al conocimiento del Excmo. Sr. Presi-