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testades no para que fu esen opuestas; pues es Dios de

la paz

y

no de la disención, y la sabiduría infinita no pue–

de oponerse

á

sí misma; sino que ha queri do lo contra–

rio, que se mantu viesen

y

ayudase n mutua mente;

y

así

la misión de estas dos potencias es un don del cielo, que

les da nueva fu erza y las pone en proporción de cu mplir

los designios de Dios pa ra con los hombres. Si estos

van acordes, estará el mun do bien gobernado, pero si

llegan á di vidirse, las instituciones más sa bias amenaza n

un a ruína muy próxima.

Importa ntísimo es, pues, que haya verdade ra a rmonía

entre estas dos potestades y mucho más, que esa armo–

nía esté fun dada en el respeto mútuo de sus respecti vos

derechos y el expedito y li bre ejercicio de sus pecul ia res

atri buciones.

Cua ndo el P erú estaba sometido á la autoridad de los

reyes de España las relaciones de las dos potestades es–

taban regidas por acuerdos

y

pactos celebrados entre el

Romano Pontífice y aquellos.

E l Virreinato del Perú tenía entonces como regla y

ley en materias de disciplina eclesiástica el Concordato

de 1753, celebrado entre F ern ando VI

y

Su Santidad

el Papa Benedicto X IV, y otras disposiciOnes conteni–

das en el Cód igo de la

ovísima Recopilación de Indias.

La a utoridad de esas leyes, no tan to ¡.•or el tiempo en

que fueron dadas, sino,

y

mucho más, por haber variado

las circunstancias políticas

y

sociales del P erú, ha desa–

parecido y no puede ser in vocada con derecho en la ac–

tualidad.

Si

á

esto se agrega que alg una de las ley<"s patrias

no guardan armonía con los principios del catolicismo,

que la

ació n profesa y el Estado protege, se compren–

derá la absoluta necesidad que hay de trabajar porque

los in convenientes que el hecho apuntado orig ina, desa–

parezcan.

E l primer Congreso Católico del Perú debe, pues,

procurarlo de prefere ncia y como ello no puede alcan–

zarse sino por medio del cumplimiento del artículo

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de nuestra Constitución política, la Sección primera ha

creído cumpl ir un deber imperioso a prob;¡ndo el siguien–

te proyecto de acuerdo.