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TRATADO PRIMERO
nas los pecados, abres las puertas del cielo, sanas al atribulado,
alegras al triste, restituyes la firmeza, renuevas la honra, reparas
las fuerzas, das confianza, y llenas de otra mas copiosa gracia.
Poi· tí Cristo promete el reino de los cielos: por tí arrebató al la–
dron de la crnz al paraiso: por tí David recibió el Espíritu Santo
dcspues de sus grandes pecados: por tí Manasés fué acepto
á
Dios
despues de sus enormes delitos: por tí San Pedro se reconcilió con
su maestro, habiéndole negado tres veces: por tí el hijo pródigo,
•
vuelto
á
casa de su padre, no solo mereció que le admitiese, le
abrazase,
y
diese ósculo de paz , sino tambien que le hiciese fiesta,
le sentase
á
su mesa ,
y
quitándole la vestidura vieja, le vistiese la
uueva. Por tí la pública pecadora hizo sus ojos fuentes de lágrimas
con que bañó los pies de Cristo,
á
quien sirvieron de toalla sus
cabellos: por tí la gran ciudad de Nínive de repente conoció
á
Dios,
sintió su virtud, probó su sabor, gustó su dulzura , se vistió de
cilicio, acrecentó su a'yuno, derramó sus ltigrimas, gimiendo
y
suspirando de lo íntimo del corazon, y se libró de la muerte
y
ruina. Mas si el fervor no. fuere tanto,
y
sintiere todavia el alma
que el corazon está
duro,
y no se enternece con los motivos de
amor que hemos dicho, no se aO ija por eso, que
á
veces el dolor
pequeño hace correr hilo á hilo las lágrimas,
y
el grande las seca
(1);
y
cuando eso no sea, Dios tiene atcncion á nuestra miseria y fragi–
lidad para perdonarnos, y en ninguna manera desconfie, por mas
tibieza
y
sequedad que sienta , si de verdad quisiera no haber peca–
clo,
y
le pesa ele haber ofcndi1lo
á
Dios, y recibe pena de no sen–
tida mayor,
y
por amor ele Dios propone de nunca mas pecar, qu"
la verdadera contricion
no
está en el apetito sensitivo , sino en la
voluntad, que no depende de esos fervores, ni de Ja devocion sen–
sible, ni de esas ternmas que hagan deshacer
cu
lágrimas.
Y
aun–
que tenga uno innumerables pecados, todos los comprenele,
y
quita
un
solo acto de contricion, aunque quien lo hace no se acuerde de
ellos en particular
(:2).
Mas porque conviene que este acto sea muy
(1) Grcg .
liu.
t.
moral.
cap.
Ii.-('2) D. Th. 3.
p.
(J.
~8.
De
vcrilat,
arL. 5.
au
3.