72
Tfü\ TADO PRIMERO
Yida de mi alma, por la cual vivo y sin la cual muero:
lum–
bre de mis ojos, por la cual veo y sin la cual estoy ciego: gozo de
mi corazon y alegría de mi espíritu, án1Cos yo cJe todo mi corazon,
y
de tocJa mi alma y de todas mis entrafías, porque Vos primero
me am:.ísteis.
·
¡Oh si yo os amase sin que otro amor me p11dies1e distraer!
¡Oh si se abrasase y consumiese mi espíritu en la inmensidad
de vuestro divino amor!
¡Oh Seiior ! ¿qué quiero yo, si á Vos no quiero?
¡Oh Dios iiifiuito
!
¿quién hay semejante
a
Vos?
¡Oh! ¿quién podrá quitar mi amor de Vos?
¡Oh Dios de inmensa majestad! ¿quién os amase mas que á su
vida
y alma? pues Vos sois mi vida
y
mi alma.
Alégrome, Dios mio, de teneros por mi Dios, y qms1era
amaros mas que á mí, pues
á
mí me ama is Vos mas que todos
á
Vos.
Dios mio, tenga yo tollo lo criado por pénli<la
y
na<la ,
á
true–
que
1]e
amaros y serviros con todo el afecto tle mi corazon.
¡Oh quién os amase, amado1· de mi alma, con un amor tan
crecido que no tuviese igual en la tierra, pues el vuestro no le tie–
ue en el cielo!
¡ Oh si yo os conociese, como me conoceis, y os pudiera amar
como Vos me arnais
!
Ameos yo cuanto puedo , hasta veros como deseo.
No ame yo cosa fuera de Vos, pues no hay cosa buena
ni
ama–
ble , que· no sea por
V
os.
¡Oh ama1lo de mi corazon
!
si tanto me enamora la hermosura
y belleza de criaturas, ¿qué hará la del Criador?
¡ Oh Padre amorosísimo, de quien todo buen amor procede!
dadme el amor qne me pedís y os daré el amor que de mí quereis.
¡Oh regalo di' mi alma, quién fuera capaz de amor infinito pa–
ra emplearlo todo en vuestra hermosura infinita
!
¡
Oh Dios invisible! véaos yo claramente para amaros suma–
mente, porque no es posible veros
y
no amaros.
Sí mereceis, Dios mio, ser amado infiuitamcnte por los bcne-